El cambio de perfiles se asienta en la empresa
Nadie pensó en el nuevo modelo de hacer las cosas en el mundo de la empresa, basado en la iniciativa y colaboración. Es decir: nadie llegó a su casa una noche y llegó a esa conclusión tomando una cerveza. No fue el punto del orden del día de ninguna reunión. Ningún gurú ha escrito un libro sobre utilizando una metáfora con animales o fases de la luna.
Simplemente pasó que llegó una crisis y no quedó otra. Tal vez en época de abundancia lo natural fuera conseguir lo más posible a costa de quien fuera, conseguir que te cambiaran las normas a medida y esperar a que cuando te vinieran mal dadas, llegara un rescate que, anyway, siempre pagarían otros.
Pero en momentos en que hay menos de todo, mucho de lo de siempre y lo mismo, o menos a repartir, eso era lo posible.
En ese tiempo de cambios que va camino de ser un cambio de tiempo que venimos relatando en EL FARADIO, puede, y decimos puede, que estemos a las puertas de un momento en que lo que empezó como una necesidad vaya a convertirse en algo permanente.
Sería un gran cambio, y es la línea en la que van los nominados en la categoría de Iniciativa de la tercera edición de los premios El Faradio al Espíritu Crítico.
LIBERANDO DATOS, DIRIGIENDO ORGANIZACIONES
Uno de los perfiles que mejor evidencia esta nueva forma de trabajar es el de Jaime Gómez Obregón, el ingeniero devoto de la música heavy que en 2015 llegó a la presidencia de ASCENTIC, la Asociación Cántabra de Empresas de Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación.
Es ASCENTIC un colectivo particular, sin subvenciones ni herencias, y con colaboración intergeneracional que permite el contacto entre los socios jóvenes y los experimentados, y con relevos tranquilos, lejos de otros procesos electorales en organizaciones, como estamos acostumbrados en Cantabria.
El último relevo aupó a la presidencia a Jaime, en esa franja de edad en la que te queda algo de joven pero empiezas a ser veterano.
Fundador de una empresa antes de la fiebre de la emprendeduría, ajena a burbujas startupiles, su propia creación, ITEISA, se adelantó varios años a la reivindicación de la transparencia buscando liberar datos públicos para hacerlos más accesibles.
Pero también a este modelo: colaboración frecuente con empresas similares en edad y valores, con proyectos comunes y métodos de trabajo más desenfadados.
Un estilo que con él llega, modo nativo, a las organizaciones empresariales.
UN SECTOR QUE JUEGA BAJO EL NUEVO PRISMA
Sectores como el mundillo del cine y la producción audiovisual o el de la hostelería ya conjugan habitualmente la iniciativa y la colaboración.
En campos tradicionales como la hostelería han seguido surgiendo bajo ese prisma nuevos agentes, como las Terrazas del Ferry, con locales como El Machi o el Italiano (del Grupo De Luz, que este año continuaba con su expansión en Madrid, con La Vaquería), que en su vocación de crear ese efecto zona han llegado a organizar obras de teatro de la mano de Rosa Casuso Estudio.
El efecto zona, bajo el prisma de la colaboración y en esa unión entre los mundos de la pequeña empresa y la cultura, es lo que también articulan en el Barrio del Buen Vivir, el entorno de la calle Cisneros, el otro centro, como lo llaman sus impulsores.
Pero empieza a suceder ya que los nuevos sectores o focos de negocio emergente nacen ya bajo esta forma de trabajar.
Videojuegos ha habido siempre sí, pero en Cantabria no tanto, y menos empresas que se dediquen a ello.
Ha sido a lo largo de este 2015 cuando su trabajo se ha materializado y obtenido reconocimientos. Concano Games, empresa residente del espacio cowork Distrito Beta, que ha organizado el Culture Game Fest y que forma parte, junto a otras empresas del área, del plantel de profesores del curso específico que organiza la Universidad de Cantabria.
O Binary Box Estudios, el proyecto de Francisco Calatayud, coworker también en el Río de la Pila, que fue el ganador de la fase cántabra del programa Yuzz de fomento del espíritu emprendedor (organizado por el CISE y con Ejecant, la Escuela Juventud Emprendedora de la Dirección General de Juventud del Gobierno de Cantabria como centro organizador aquí), con un proyecto de videojuegos personalizado para el usuario que le llevó a Silicon Valley.
También está Herrero Games, de Álvaro Herrero, que ha conseguido ‘colar’ uno de sus juegos en el catálogo de la multinacional Nintendo, entre otras empresas que también han desarrollado un punto de encuentro en torno a la Asociación de Videojuegos.
HAY QUE SALIR FUERA
La verdad está ahí fuera. Y aunque no lo sabían Mulder y Scully, no hay que ser un experto en fenómenos paranormales para saber que si tu país se desmorona y tu producto es bueno, lo mejor es salir a venderlo a otros sitios. Algunos lo tenían tan claro que vendían fuera desde el principio, demostrando de paso que desde Cantabria se pueden hacer cosas de referencia.
Eso es lo que ha salvado a unas cuantas empresas cántabras, mientras dentro el ladrillo se desmoronaba o llegaban las ideas geniales alejadas del terreno o los rescates sectoriales. Y no salva sólo las cuentas, salva también de las ‘injerencias’.
Lo saben empresas como Bathco, especializada en diseño de lavabos que lleva a decenas de países, que este año se atrevió con una reproducción de los baños del Titanic, con un acto conmemorativo en la Bahía de Santander;
O Wolder, que desde el Valle de Buelna se ha lanzado a competir en el mundo de las tabletas o smartphones, con el lanzamiento de una nueva línea todavía reciente;
los arcos de Flex Archery que desde Igollo llegan a mercados internacionales, con líneas de complemento de ropa añadidos;
los ascensores de Imem, que se diseñan desde Peñacastillo y que se elevan hasta el Reino Unido, entre otros países; o, premio a premio internacional y desde Torrelavega, la ginebra de Siderit.
Aunque, para viajes, los de los dispositivos All Day Internet, con su servicio que permite conexiones a Internet en viajes internacionales sin tener que recurrir al roaming, es decir, una wifi portátil y barata.
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