Cantabria destruye una cuarta parte del empleo en España
Una cuarta parte del empleo que se destruye en España viene desde Cantabria. Una cuarta parte del empleo que se destruye en España viene desde Cantabria. Una cuarta parte del empleo que se destruye en España viene desde Cantabria.
Podríamos hacer un artículo repitiendo esta frase, porque, francamente, la situación de emergencia económica, que implica emergencia social, tiene el riesgo de bloquearnos.
Pero podemos decir alguna cosa más. Los datos desnudos, EPA del ultimo trimestre: 3.100 cántabros perdiendo empleo sobre 11.600 en todo el país. Una cuarta parte. Y la geografía y la demografía nos confirman que, evidentemente, Cantabria no supone una cuarta parte de España. De hecho es un 1,5%. O sea, que algo está pasando. Algo grave.
Es grave el paro, es grave el desempleo y es grave la acumulación de datos negativos. Son graves los asientos vacíos en nuestras celebraciones y las ideas perdidas que nunca verán la luz.
Pero es que hay algo peor que la pérdida de ideas, individuales o colectivas, o la eterna persecución política de una zanahoria que siempre nos lleva a un barranco, a un salto al vacío que nos confirma que esa brillante idea que lo iba a cambiar todo (el Archivo Lafuente, el Plan Eólico, los teleféricos) en realidad sonaba más a ocurrencia.
A eso ya nos hemos acostumbrado, es tan parte del paisaje cántabro como lo son los Picos de Europa.
Están las trabas al futuro, los problemas al día a día de cada empresa o a la gente que tiene un proyecto. Los retrasos que provoca una administración que parece diseñada para depositar pesados fardos en nuestras espaldas en lugar de aligerarlas.
Por no hablar del mal clima que se pierde al forzar una crispación ambiental que no vemos en ningún sitio, sólo en las partes de nuestras vidas en las que intervienen políticos.
HAY BUEN MATERIAL
Porque aquí hay ideas, empuje e iniciativa. La materia prima existe, y es capaz de llevar orujo a China, arcos a Japón, vodka a Rusia o piezas a Marte. Hemos diseñado una red social para buscar trabajo que ha interesado en Google, tenemos restaurantes cántabros abriendo sucursales en Madrid y premiando a creadores. Hemos llevado el mediano a Londres.
Tenemos buenos diseñadores (en Santander ya se han dado cuenta) y buenos profesionales en muchas áreas: Y en el turismo se está innovando mucho porque saben más que nadie lo que hay allá fuera, en la selva de lo que quiere el cliente.
Y en nuestros institutos y centros de formación profesional, están pasando cosas, como están pasando en las universidades cántabras.
Tenemos gente con inquietud que todavía no se ha rendido, pero a la que puede que le falte un minuto, un último obstáculo para estallar y acabar gritando A TOMAR POR CULO CON TODO.
NO ES TIEMPO DE EMPRESARIOS EN SILENCIO
Lo dijo ayer en un evento el presidente de la CEOE, Lorenzo Vidal de la Peña: más del 90 por ciento de la empresa cántabra es PYME. Juntos son la gran industria, pero llenos de trabas y faltos de reconocimiento. Para ellos no se les retuercen las normas, no hay puertas giratorias ni se les fracciona nada, ni siquiera el esfuerzo,
Nunca tantos fueron perjudicados para beneficiar a tan pocos. Nunca antes los grandes se nos habían querido presentar tanto como débiles y víctimas
El presidente de la patronal también dijo otra cosa interesante: ya no es el tiempo de los empresarios en silencio.
Una tradición que se remonta a los tiempos de Corocotta, pero que tal vez, como lo de parir en los ríos, se pueda romper.
La empresa también es (también debería ser) sociedad civil.
y muchos empresarios podrían remover cosas simplemente con hablar, rompiendo uno de tantos tabús que se han venido rompiendo en los últimos años y que en otros campos ha confirmado que nadie se muere ni arruina por decir una cosa de viva voz. Creednos en esto.
¿POR QUÉ SEGUIMOS ANCLADOS EN EL URBANISMO?
Mientras, seguimos tirando de lo viejo, en algo que parece un insulto teniendo en cuenta todo ese capital acumulado.
Porque sí, porque sí, porque sí: el urbanismo sigue siendo a la vez el principal elemento de interés de las élites y el principal problema de los ciudadanos:
-En Santander no había prevista una forma de regular los desalojos de vecinos en zonas con proyectos nuevos, y no será porque no va a haber expropiaciones, desalojos o expulsiones de vecinos. Esta necesidad de Santander ha llevado directamente a una reforma legal a la que presentarán enmiendas los vecinos del Pilón y el Prado San Roque.
-Los planes para la regeneración del Cabildo de Arriba (ocho años, llevan ocho años ya) están atascados. Los edificios siguen con su deterioro, que avanza porque no entiende de plazos y trámites. Esta misma semana conocíamos una actuación de emergencia en la calle Alta, 17
-Seguimos rascándonos el bolsillo y buscando la mejor forma de incumplir, antisistemas que somos, las sentencias judiciales contra las administraciones que permitieron levantar urbanizaciones en zonas de la costa en las que por lo visto no se podía construir,
-Pero es que es el urbanismo, el precio (el valor) del suelo, y no otra cosa, lo que se esconde detrás de los futuros proyectos que mueven algo en Cantabria. Ya que no se piensa en darle valor a lo económico, se confía en el valor del suelo.
El suelo de Las Excavadas, en Torrelavega, a cuyo timbre en breve comenzarán a llamar los sospechosos habituales de la construcción en Cantabria. El suelo de Sniace. El suelo de la ampliación de PCTCAN. El suelo de Miengo.
Breaking news: La política industrial es política urbanística. La política es urbanismo. Y con esos ladrillos ya está comprobado que no construimos nada.
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