Los críticos de la Senda Costera creen que el nuevo borrador es un “maquillaje” del anterior
La Asamblea en Defensa de la Senda y Costa Norte de Santander ha anunciado que en las próximas semanas elaborarán un listado con las sugerencias para el nuevo proyecto de la senda, cuyo borrador fue presentado el pasado 12 de agosto.
El plazo límite, establecido en la reunión de la Asamblea, el Ayuntamiento y las asociaciones de vecinos con el Ministerio de Medio Ambiente MAGRAMAtas, fue del 15 de septiembre para sugerir cambios al borrador presentado.
La asamblea ha criticado este borrador porque, en su opinión, no analiza la ejecución del proyecto liquidado como pedían, ya que se limita a eliminar el vallado y alguna estructura fuera de lugar, pero no analiza el trazado como criterio de seguridad y transitabilidad.
“Quieren quitar los elementos que distorsionan a la opinión pública, que son las vallas y otras infraestructuras más vistosas, pero Costas no ha admitido ninguna recomendación en el cambio de traza”, asegura Santiago Sierra, portavoz de la Asamblea.
“Hay zonas que son intransitables”, insisten desde la Asamblea. “Y de hecho reconocen que algunos sitios son intransitables porque son inundables en días de pleamar, algo que nosotros dijimos”.
Aseguran que este nuevo borrador es “un trabajo de maquillaje del anterior” proyecto y piden que la nueva inversión en la Senda Costera sea de futuro. “Es el momento de comenzar hacer las cosas bien y con criterio sin cometer nuevamente errores”.
Por ello piden que se analice el proyecto desde el principio en todo su conjunto. Algo que consideran que no se está llevando a cabo ahora, pues el borrador entregado habla de “finalización de la senda peatonal”, pese a que el proyecto anterior se rescindió, cancelando el contrato con la empresa adjudicataria, Dragados, con un abono superior de los 600.000 euros.
“Entendemos que en el momento que eso sucede el proyecto también fue anulado, por lo que no procede un contrato de finalización, si no lo que desde la Asamblea se viene demandando un nuevo proyecto de reversión de las actuaciones que se llevaron a cabo con el anterior duramente criticado y que llevo a su paralización”, exige la Asamblea.
“QUIEREN CAMUFLAR LO QUE YA ESTÁ CONSTRUIDO”
El problema que ven desde la asamblea es que “quieren camuflar lo que ya está construido, eliminando las barandillas, que es lo más vistoso”, pero sin tocar el proyecto en su conjunto para no tocar las expropiaciones ya hechas, pues creen que estas podrían ser también canceladas de echar abajo todo el proyecto.
Para la asamblea es necesario redactar un nuevo proyecto, porque el actual se ciñe por un diagnóstico atrasado de la situación del territorio, elaborado hace diez años. Pero el nuevo borrador no es de su gusto porque consideran que recoge todas las sugerencias dirigidas por parte del Ayuntamiento de Santander.
Aseguran que desde Demarcación de Costas están mostrando su “complicidad” con el Consistorio santanderino al recoger todas sus propuestas y solo hacer caso de aquellas de la Asamblea que coinciden con estas. «Nos presentaron un power point que era casi una copia de las sugerencias del Ayuntamiento».
Además, temen que esta nueva presentación sea insuficiente, pues la presentación del borrador solamente es un gesto no formal. Es decir, al no haber un nuevo proyecto, no requiere que se pase un periodo de información pública por lo que legalmente sus sugerencias podrían ser desechadas incluso sin contestación. “Nosotros vamos a mandar nuestras sugerencias pero no tienen por qué respondernos legalmente”, asegura Santiago Sierra.
Por eso piden que se presente un nuevo proyecto y no la modificación del mismo, que recoja un análisis y diagnóstico de la situación actual, un estudio de impacto ambiental, directrices y normas de la Comunidad Autónoma de Cantabria (POL, PESC, etc), una nueva redacción y el periodo legal de una información pública en general.
“No es empecinarse, como dicen algunas Asociaciones de Vecinos, lo que pasa es que hay que hacer las cosas bien y los ciudadanos estamos aburridos de que se hagan mal las cosas”, insiste Sierra, que cree que “la gente quiere un proyecto serio, nuevo y redactado de cero”.