A los 97 años de edad, ha fallecido Manuel de Cos, uno de los pocos testimonios vivos que nos quedaban de la época de los míticos maquis, los guerrilleros antifranquistas emboscados que sobrevivieron durante años a la dictadura.

Manuel de Cos, siempre con la cámara cerca

Su compromiso en esa y otras luchas –como la ecologista o la defensa del patrimonio cultural, siendo descubridor de la cueva de Chufín y una de las voces que reivindicó la puesta en valor de El Soplao– fue una constante a lo largo de toda su vida, desde pequeño hasta el último día, y quienes le trataron destacan su generosidad, al arriesgarse ayudando en muchas ocasiones a personas que no conocía, o documentando desde su labor como fotógrafo causas que beneficiaban al conjunto de la sociedad.

Nacido en 1920 en Rábago, era hermano del guerrillero Jesús de Cos y fue enlace de la guerrila, al igual que su hermana Magdalena. Su padre, Donato, murió en el campo de concentración de Mauthausen.

De pequeño fue pastor y cuando cumplió 18 años fue llamado al servicio militar, pero fue encarcelado por supuestamente haber profanado iglesias en una acusación que fue desmontado al aparecer, escondidas en un pajar, las imágenes que dijeron que había destruido.

LUCHA ANTIFRANQUISTA, EL ENLACE CON LOS MAQUIS

Sus problemas no acabaron ahí, pues el salvoconducto que se le había concedido le fue robado por un grupo de falangistas, que lo llevaron detenido al campo de concentración que hubo en la campa de La Magdalena. Tuvo que marcharse de Cantabria, constantemente acosado por el régimen.

Empezó a actuar de enlace con la guerrilla (con la Brigada Machosa), ayudándoles en distintas tareas, entre ellas pasando guerrilleros a Francia, entre otros a su propio hermano, Jesús de Cos, hasta que es delatado por un confidente y posteriormente detenido y torturado.

MEDIO AMBIENTE Y PATRIMONIO

Desde los años 1940, Manuel de Cos se acercó a la fotografía para documentar su entorno y de ahí viró al ecologismo, al denunciar una tala indiscriminada de árboles en los montes.

Pararelamente el fotógrafo se encargó de documentar, siempre de forma autogestionada, la vida rural y la etnografía y folklore de Cantabria, con especial atención a las mujeres, a las que homenajea constantemente por su sufrimiento durante la posguerra.

Su gran proyecto fue la elaboración de un museo etnográfico a raíz de su descubrimiento de la Cueva de Chufín y la reivindicación turística de la Cueva de El Soplao, que emprendió de forma altruista y posteriormente abandonó por falta de medios y ayudas públicas.

También durante la Transición se encargó de documentar el proceso de legalización de los partidos políticos.

Una pequeña parte de su archivo está siendo gestionado por la Biblioteca Nacional de España, la Fundación Botín y Comisiones Obreras. Organizaciones como Ecologistas en Acción han denunciado la falta de interés de las autoridades en la conservación del archivo de Manuel de Cos.

Su muerte ha causado mensajes de apoyo, de movimientos como Cantabria No Se Vende, o de partidos como el Partido Comunista, en el que militaba, Podemos e Izquierda Unida, incluyendo a sus líderes estatales Pablo Iglesias y Alberto Garzón, respectivamente.  Será inhumado mañana miércoles a las 17 horas en Rábago, en una ceremonia civil.