PITMA se hizo con el Racing comprando a la prestamista de la ‘Operación Zurich’
El Grupo PITMA, accionista mayoritario del Racing de Santander, se quedó con Inmoarrabi, la sociedad prestamista de la operación de Zurich en el mes de enero de 2011, que supuso la llegada del prófugo indio, Ahsan Ali Syed, con una aportación de 2,5 millones de euros que sirvió para afrontar compromisos inmediatos de pago con la Seguridad Social y la entrada en liquidación del club.
En julio de 2017 el Grupo PITMA anunció que compraba el 20% de las acciones que poseía Inmoarrabi en el Racing. Con ese paquete, el entramado de Alfredo Pérez y Pedro Ortiz se hacía con hasta el 61% de las participaciones del club verdiblanco. Previamente había adquirido un paquete minoritario de una naviera de Bangladesh, representada en el Consejo por David Berasategui – que dimitía recientemente junto a Manolo Higuera. Y anteriormente había adquirido en torno a un 30% con un prestamo participativo de 1,2 millones.
Pero al comprar Inmoarrabi PITMA no sólo compró las acciones: se quedó con la sociedad, con un capital social de de 1.672.000 euros – la misma cantidad que tenía en acciones en el Racing- , y con sus derechos de cobro como acreedor privilegiado en el concurso mercantil.
Según información mercantil pública consultada por EL FARADIO, los dos socios del entramado de empresas de PITMA, Alfredo Pérez y Pedro Ortiz, son desde el 24 de abril de este año 2018 administradores solidarios de Inmoarrabi Promociones Dos, S.L., que días después, el 11 de mayo, en otro acto documentado, pasa a denominarse RETLAW CANTABRIA, S.L.
Asimismo, en otro acto jurídico de la misma fecha, el socio único pasa a ser MANAGEMENT AND PROFESSIONAL SPORTS DEVELOPMENT, S.L., la sociedad con la que el grupo PITMA controla el 51% de las acciones del Racing de Santander.
Tanto RETLAW CANTABRIA como MANAGEMENT AND PROFESSIONAL SPORTS DEVELOPMENT, S.L. están domiciliadas en Rinconeda (Polanco), donde se ubica el edificio del Grupo PITMA.
El grupo PITMA es un entramado de cerca de 40 sociedades, entre las que destacan ITM (alarmas y seguridad), Aldro Energía (comercializadora), Alpe Comunicación (publicidad), By Wifi (Internet), Nexian (formación), Netkia (servicios informáticos), Aon Mobile (callcenter) y tiendas y servicios de telefonía móvil como Phone & Fun o By Movil, con más de 3.000 empleados en total.
EL DESEMBARCO DEL GRUPO PITMA EN EL RACING
El Grupo PITMA desembarcó formalmente en el Racing en la Junta General de Accionistas celebrada el 17 de diciembre de 2017 (aunque de facto gobernaba el club desde el verano anterior, cuando se anunció su compromiso de hacerse cargo de la deuda del club), al cerrarse una ampliación de capital con la que pasaba a quedarse con el 30% de las acciones.
En la sesión se ratificaron tres contratos, los tres condicionados a un acuerdo de patrocinio con el Gobierno de Cantabria que nunca ha llegado a rubricarse.
En el primero de ellos, PITMA aportaba un préstamo participativo de 1,2 millones de euros, cubriendo el 100% de una ampliación de capital controlada, en la que fue la única empresa que concurrió, para hacerse con ese 30%.
En el segundo contrato se rubricaba un crédito a largo plazo de 8,5 millones de euros, supuestamente para pagar la deuda con Hacienda (de 8,9 millones según actualizaba entonces el presidente de la entidad, Manolo Higuera) y que se articularía a razón de 850.000 euros en 10 años.
En el tercer acuerdo, Alpe Comunicación, del grupo PITMA, se hacía con la “cogestión” de los derechos publicitarios del Racing.
EL FIN DE LA ‘OPORTUNIDAD RRC’
En la sesión de la Junta, Higuera despachó las (pocas) críticas a la cesión del control del club a PITMA que descalificó como «mamonadas», y justificó la entrada de «empresariado cántabro con pulmón financiero».
El Racing venía de una primera ampliación capital suscrita por más de 13.000 accionistas, que pusieron 2 millones de euros con el objetivo de la atomización del club y en el marco de lo que se denominó como ‘Oportunidad Racing’ u ‘Oportunidad RRC’.
Se completó con éxito, cuando estaba paralizada, gracias a la entrada en escena del exjugador y actual entrenador del Betis, Quique Setién, que se echó la ampliación a la espalda y arrastró a miles de aficionados a participar.
Una ampliación de capital concebida como una operación acordeón, por la que, a su vez, todos los accionistas anteriores – de históricos procesos de salvación del club- perderían sus participaciones en el club si no acudían a la llamada.
Al poco tiempo, después de que Higuera prometiera en su primera Junta de Accionistas una nueva etapa marcada por la cantera, la buena gestión y la decencia, Setién hizo público su abandono del barco por discrepancias insalvables en el modelo de gestión, fundamentalmente en lo relativo a la política de cantera.
PERO EL CONVENIO CON EL GOBIERNO NUNCA LLEGÓ
El Gobierno de Cantabria llegó a acordar el 11 de agosto de aquel mismo año (2016) unos ingresos de un millón de euros (850.000 más IVA) en los cuatro años siguientes, en un convenio de patrocinio que nunca se materializó y que ha llevado a los gestores del club a amenazar con la entrada en liquidación de la sociedad anónima deportiva.
Como medida de presión, también chantajeó al Gobierno con la posibilidad de impedir el principal concierto del Año Jubilar Lebaniego, el de Enrique Iglesias, que finalmente se celebró en los Campos de Sport de El Sardinero en el mes de julio del año pasado (2017).
Al frente del club, PITMA ha asumido los primeros compromisos de pago del convenio de acreedores, el pasado mes de diciembre. Una cantidad de dos millones de euros, también a través de una línea de crédito. Un concurso en el que, al quedarse con Inmoarrabi, PITMA es acreedor privilegiado.
Así, todas las operaciones de PITMA en el Racing han sido a través de operaciones de crédito o de adquisición de deuda. Así se ha hecho el grupo empresarial con el control del club, que a su vez ha contraído nuevas deudas con el grupo de Ortíz y Pérez.
PITMA: PROTAGONISTA DE OTRAS POLÉMICAS PÚBLICAS
El grupo PITMA ha protagonizado noticias polémicas recientemente, como el proceso convulso para la adjudicación de la gestión de los patrocinios del Año Jubilar Lebaniego, que finalmente recurrió Uriarte Asociados y se lo arrebató a Alpe (PITMA).
O la adjudicación irregular a ITM de una subvención de 1,2 millones de euros (la misma cantidad que comprometió en la ampliación de capital del Racing) para el despliegue de Internet en la zona de Campoo – Los Valles.
ITM, la empresa de alarmas con la que empezaron los empresarios, tiene una fuerte dependencia del sector público, con instalaciones en edificios que dependen del Gobierno o de los ayuntamientos, y es adjudicataria también de ADIF en periodo de Iñigo de la Serna al frente del Ministerio de Fomento.
Y más recientemente la persecución sindical en algunas de las empresas del grupo, como Nexian o Aon Mobile, con el despido de trabajadoras que pretendían concurrir a las elecciones sindicales, lo que ha llevado a Comisiones Obreras a pedir al Gobierno que no se subvencione a empresas «indignas».