Pedir explicaciones públicas y convocar referéndums sobre asuntos que afecten a la ciudad son algunas de las prerrogativas que concede a los vecinos de Torrelavega el nuevo reglamento de Participación Ciudadana.

La denominada «audiencia pública» es el mecanismo que permite exigir explicaciones públicas a los representantes municipales, y para ello será necesario que lo pidan así con su firma un 3% de los censados.

La normativa también establece el derecho a consulta popular, en la cual los ciudadanos podrán pronunciarse sobre las cuestiones más importantes que afecten al municipio, como puede ser desarrollos urbanísticos o el asentamiento de proyectos de centrales térmicas.

Para ello, la consulta se convocará por el Ayuntamiento cuando lo solicite mediante su firma el 10% de los ciudadanos inscritos en el censo, pero, atención, quedarán excluidos de estos «sondeos de opinión» los asuntos relacionados con competencias económicas.

 La presentación de estas medidas ha corrido a cargo de Iván Martínez,  concejal de Asamblea Ciudadana por Torrelavega (ACPT), Iván Martínez, que reivindica que el texto recoge en su mayoría propuestas tanto de su grupo como de entidades vecinales del municipio

Además, la normativa establece la creación de un renovado Consejo Vecinal, en el cual, por primera vez, serán mayoría los representantes de las asociaciones de barrio frente a los concejales de la Corporación, y donde también tendrán presencia seis ciudadanos a título individual, previa solicitud cuando se constituya.

Asimismo, el reglamento contempla la posibilidad de que las asociaciones impulsen la creación de consejos sectoriales -hasta ahora solo podía hacerlo la Alcaldía-, para lo que deberán solicitarlo mediante firma el 50 % de los colectivos adscritos al sector en el cual se pretende constituir el consejo.

El reglamento se aprobará a finales de mes y cuenta con el acuerdo de todos los grupos políticos y las asociaciones vecinales de un municipio que ha destacado por su alta participación y movilización.

.Iván Martínez ha recordado que la redacción del nuevo reglamento pone fin a siete años de discrepancias entre las asociaciones de barrio y el Ayuntamiento, que se manifestaron cuando los colectivo abandonaron el anterior Consejo Vecinal ante su poca operatividad y al sentirse «utilizadas» por el equipo de gobierno de la época.

Además, ha destacado que la nueva normativa es «fruto de la reivindicación constante» de las distintas asociaciones de vecinos, y supone la entrada en vigor del reglamento «más avanzado de Cantabria» y el primero adaptado a los contenidos de la Ley de Participación Ciudadana de 2002.

Como ejemplo de ello, Martínez ha puesto la posibilidad que tienen ahora las asociaciones de intervenir en los plenos municipales antes de tratarse un asunto que les afecta y también con anterioridad del debate político por parte de los concejales, además de hacerlo también al final de la sesión.

    Aún así, desde este colectivo expresan su «escepticismo» ante el reglamento redactado, -que no recoge todas las reivindicaciones, pero sí la mayoría- pues «dudan mucho de que algunos concejales lo asuman, lo interioricen y lo apliquen a su acción política diaria».