Acampada, paracaidistas y drones contra el fracking
17 de agosto de 2013
La batalla contra el fracking en Cantabria es tan inminente que los colectivos críticos están intensificando sus movimientos, en respuesta a los que perciben en el otro lado, el de las petroleras que planean los primeros sondeos.
La segunda acampada contra el fracking, en San Martin de Toranzo, ha tenido de todo:
-una ruta para conocer, literalmente sobre el terreno, el lugar donde Repsol quiere llevar a cabo las primeras exploraciones
-demostraciones aéreas de aeromodelismo (uno diría que se están usando los polémicos drones) e incluso paracaidistas que han realizado una exhibición
-además de una asamblea, música o un mercadillo en el que el Ayuntamiento se lo ha puesto fácil a los comerciantes y artesanos que quieran participar: no tendrán que pagar las tasas municipales para instalarse estos días. La idea es que vayan cuantos más, mejor, y que se «sientan como una petrolera» en cuanto al pago de impuestos, según señala el cartel promocional del evento.
El fracking preocupa mucho. Y por eso ‘vende’ mucho. Una foto en contra de esta técnica cotiza mucho. Lo sabe bien el presidente cántabro, Ignacio Diego (PP), que al ir a las fiestas de Valvanuz (Selaya) se dio un baño antifracking. O el expresidente Miguel Ángel Revilla (PRC), posando con mensajes contra la fractura, también.
Los críticos les recuerdan a ambos dos cosas: a Diego que su ley sólo afecta a los permisos autonómicos, y que la mayoría en Cantabria son estatales. Y a Revilla, como en que su Gobierno autorizó bastantes, la mayoría, de los permisos ahora en tramitación. Mientras, los colectivos, como la Asamblea contra la Fractura Hidráulica o las Patrullas Ambientales del Pas, redoblan sus esfuerzos y sus iniciativas