Enerplus comercializará energía limpia en Cantabria
Cantabria comercializará energía limpia este otoño, de la mano de la cooperativa Enerplus, que ha firmado recientemente un convenio con la vasca GoiEner, en virtud del cual muy pronto se podrá contratar la electricidad y el gas de origen renovable.
Así, de la mano de Enerplus aterriza en Cantabria la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, con un modelo, el de la cooperativa energética, que ya funciona en el País Vasco con GoiEner y en Cataluña a través de Somenergia.
Esta cooperativa nace como una alternativa a la oferta existente y cuestiona el actual mercado energético, que se reparten 5 grandes empresas unidas en la patronal UNESA: Endesa, Iberdrola, Gas Natural, Eon y EDP.
UNESA concentra a las principales productoras y distribuidoras de energía, y aunque la normativa está liberalizada para la comercialización, en la práctica tienen todo el poder. Os dejamos por aquí un comparador de precios.
El nuevo modelo energético que comercializará Enerplus también existe en la Comunidad Valenciana o Andalucía y tuvo una experiencia previa en Asturias: Electranorte, en Pola de Siero, a partir de pequeños parques eólicos y energía minihidráulica.
En el caso de la cántabra Enerplus, de momento se podrá contratar gracias al convenio con GoiEner, pero la idea, muy pronto, es la producción de energía, mediante plantas de biogás o instalaciones domésticas fotovoltaicas.
Al margen del impacto ambiental del viejo modelo, esta plataforma por el Nuevo Modelo Energético recuerda que las fuentes de energía tradicionales – los combustibles fósiles- se están agotando. Y que eso implica una escalada constante de precios (a menos recursos, más valor).
El ‘peaje de respaldo’ amenaza al nuevo modelo
Sin embargo, el viernes pasado el Consejo de Ministros aprobó el proyecto de Ley del Sector Eléctrico, que establece medidas para gravar la autogeneración a partir de renovables, disfrazado eufemísticamente como peaje de respaldo, que ha desatado las críticas de los expertos y hasta una campaña de recogida de firmas en change.org, dirigida al Comisario Europeo de Energía, para que lo prohiba, que está cerca de alcanzar los 50.000 apoyos necesarios.
De prosperar el texto, que entraría en vigor el 1 de enero de 2014 como Real Decreto, el peaje de respaldo será un impuesto que tendrán que pagar los pequeños productores de energía mini eólica y fotovoltaica, aunque esta se utilice para autoconsumo.
La plataforma por el Nuevo Modelo Energético reclama por su parte que se regule el autoconsumo, pero mediante la fórmula del balance neto, que se ha quedado fuera del proyecto.
El Balance neto es la diferencia entre la energía que genere el pequeño productor y la que consume, más un peaje razonable por el uso de redes de baja tensión para volcar el excedente.
Sin embargo, Luis Cuena, uno de los promotores de Enerplus, critica que el peaje de respaldo va a gravar el autoconsumo como si la energía excedente que vuelca el pequeño productor a la red se transportara por alta tensión hasta Cáceres, y que es otra medida proteccionista del oligopolio energético español.
El Oligopolio
El viernes pasado, los impulsores de Enerplus participaron en un debate en la librería La Vorágine, después de la proyección del documental ‘Oligopoly 2’, que precisamente cuestiona el sector energético español, marcado por la sumisión de los gobiernos de Aznar y Zapatero al lobby de las eléctricas.
Durante el primero, el ministro Rodrigo Rato se sacó de la manga en 2002 el concepto del déficit de tarifa, que no era sino poner un límite a la factura de los ciudadanos, a costa de convertir en deuda pública el exceso en los costes de generación que declaraban las grandes eléctricas.
Durante la administración Zapatero, el Gobierno no actuó para evitar dos fenómenos que hincharon la burbuja: la escalada del precio del petróleo y la crisis financiera, de manera que a partir de 2008 los bancos dejaron de adelantar a las eléctricas el dinero, y a partir de 2009 las eléctricas siguieron cobrándose el déficit de tarifa en deuda pública española.
Según el presidente de la Fundación Renovables, Javier García Breva, esto se podía haber evitado si en el año 2004 alguien hubiera pensado que no se podría mantener la fórmula del déficit de tarifa si los costes de generación (marcados por el ascenso del precio del petróleo) cada vez estaban más por encima del IPC.
Paralelamente, según Breva, a esto hay que añadir que en el año 2002 se aprobó un programa de generación gasista, lo cual supuso una burbuja de instalaciones de ciclo combinado, para una producción de más de 27.120 Megavatios. La compra de la materia prima se basó en contratos T-Corpei que obligaba a las eléctricas españolas a pagar el gas de Argelia por adelantado.
Y como consecuencia de la crisis financiera mundial de 2008 cambió otra cosa más: los gobernantes españoles siempre habían pensado que la demanda de energía siempre subiría al ritmo del PIB. Pero no fue así y el modelo se desmoronó.
Apurando el viejo modelo energético
En el documental ‘Oligopoly 2’, surgen voces muy críticas con el Gobierno, como la del portavoz de Equo, Juantxo López Uralde, que explica cómo el oligopolio de las eléctricas gasta cada año 45.000 millones de euros en importaciones de hidroarburos (sobre todo de países de Oriente Medio).
Según subraya, también en 2012, la administración Rajoy eliminó las ayudas a la generación de energías renovables, al mismo tiempo que se producía una reducción del consumo de electricidad de un 1,7% y que las emisiones de gases de efecto invernadero se disparaban un 11%.
Además, están los 1.200 millones de euros de multa de la Unión Europea a España en 2011 por este incremento en las emisiones de CO2, que irán al déficit de tarifa, que pagaremos entre todos los ciudadanos.
Y según enmarca López Uralde, detrás de esta política que exprime los recursos naturales también está la proliferación de proyectos para la extracción de gas mediante la técnica del Fracking.