Parece bastante encaminado, tanto por las partidas presupuestarias (27 millones de euros en los Presupuestos Generales del Estado) como en el tono (entre orgullo y entusiasmo) con que se maneja el Gobierno de Cantabria que el problema del Hospital Valdecilla ha dejado de ser el dinero.

La financiación de la obra es una preocupación constante en la comunidad desde que hace quince años se produjera el derrumbe de parte de su fachada, un siniestro que causó tres muertes y que desencadenó unas obras de mejora y ampliación cuyos gastos se fueron saliendo de madre.

Hasta 200 millones de euros en sobrecostes que las diferentes Administraciones centrales se habían comprometido a apoyar, sin llegarse nunca a algo parecido a una concreción.

Eso es lo que ha llegado en los presupuestos para 2014: una partida de lo que podría ser la primera anualidad de un convenio, aún por firmar (pero que el gabinete Diego da por hecho), y el compromiso de Mariano Rajoy de otros 71.

Por ahí, todo bien. El matiz viene en que el Gobierno de Cantabria había encontrado una fórmula para financiar el fin de las obras: se iba a adjudicar  una empresa el conjunto de 30 servicios no sanitarios del hospital (lavandería, etc), de golpe, en un megacontrato de 760 millones de euros en veinte años, con un canon anual de 38 millones.

Ahora que hay dinero, dicen la oposición y los sindicatos, no hace falta recurrir a esa fórmula que, por cierto, está a punto de resolverse (en unas semanas se conocerá cuál es la empresa adjudicataria) y que temen que encubra una privatización de la sanidad ‘a la madrileña’.

Y esa es la parte por la que evolucionará el debate a partir de ahora. Por saber si habiendo dinero es necesario este proceso. Y por conocer más detalles: hay dinero para los primeros años, pero…¿y después? ¿Y cuándo se firma el convenio?

Un adelanto de este debato lo vivirá este lunes el Parlamento de Cantabria. donde hay (convocadas antes de que se conocieran los presupuestos del Estado) hasta diez preguntas de la oposición sobre el hospital santanderino, cuya condición de referencia viene recogida en el Estatuto de Autonomía de Cantabria.