El dato del paro del mes de septiembre, conocido este miércoles, es muy descriptivo de los problemas del mercado de trabajo en Cantabria. De los tradicionales, y de los nuevos.

De los habituales, porque septiembre es un mes en el que (siempre) se nota que finalizan las contrataciones de camareros y otros profesionales de la hostelería. El sector servicios es el que mayor subida del desempleo aporta en estos datos: 2118 (de los 2524 parados nuevos).

Eso venía siendo parte del paisaje en una región muy volcada en los servicios, y por eso gobernantes y hosteleros utilizan siempre que pueden el ‘palabro’ desestacionalización (llevar el turismo más allá de julio y agosto, tan fácil de decir como difícil de plasmar).

Pero es que en los últimos tiempos Cantabria está perdiendo empleo por otra vía de agua que antes iba relativamente bien, o al menos estable. 327 parados nuevos (segunda posición por sector este mes) vienen de la industria, de esa que está sufriendo EREs, concursos de acreedores, liquidaciones… en suma, más que una regulación, un auténtico cambio de modelo.

Y eso que en esta estadística, que es de septiembre, aún no salen los más de 500 despidos de Sniace (ni el efecto que tendrá sobre sectores auxiliares de la industria y los comercios y servicios de su entorno más cercano).

En cifras globales, el gran titular es que Cantabria lidera el aumento del paro en toda España: 2524 parados nuevos, un 5,12%. En el conjunto del país, la subida no llega al 1%. No es un buen mes: sólo hay cuatro comunidades en los que se hayan producido descensos.

REACCIONES

A partir de ahí, se suceden las más o menos previsibles reacciones. El PSOE llega a decir que el presidente Ignacio Diego está llevando a la región al «abismo», apoyándose en un dato bastante llamativo: Cantabria ha generado el 10% del paro de España. El expresidente Revilla cree que es hora de que Revilla «aterrice». Desde el Gobierno, realismo: el Ejecutivo admite que no son datos buenos, pero se aferra a que si se mira a toda la serie histórica de meses de septiembre, es uno de los mejores datos. Y el PP, por su parte, añade el matiz de que era un dato previsibile, por su carácter estacional.

Los sindicatos expresan su preocupación: USO reclama un pacto industrial, al entender que este sector es el que más mueve a la preocupación, y Comisiones Obreras cree que Cantabria está entrando en «fase terminal», con malas perspectivas para el enfermo: el próximo mes vendrán los datos que ya recojan los despidos de Sniace. 500 nuevas incorporaciones a las listas del paro.