La crisis de Sniace tensa la vida política municipal en Torrelavega
Torrelavega puede convertirse en uno de los primeros municipios de Cantabria donde los efectos de la crisis económica puede tener efectos más palpables en el plano político que meros intercambios de argumentarios.
No es para menos: la crisis de Sniace, todo un símbolo en la ciudad (es La Fábrica por excelencia) no sólo va a suponer 500 puestos de trabajo menos, sino que va a tener un efecto arrastre sobre la industria auxiliar, los pequeños talleres y los comercios o negocios hosteleros.
Allí, en Torrelavega, la indignación de los trabajadores y de otros afectados por la crisisi (las víctimas de los desahucios, y otros colectivos) protagonizaron el martes un tenso pleno municipal, lleno de gritos y protestas, que acabó celebrándose sin la presencia de la oposición y que ha llevado a palabras más que gruesas.
El alcalde, Ildefonso Calderón (PP) ha acusado a la oposición del PRC de actuar como un «regionalismo batasuno radical» por, en su opinión, justificar actitudes violentas y amenazas de algunos de los manifestantes.
Allí, en la capital del Besaya, se ha pronunciado ya la expresión «moción de censura». También lo ha hecho el PRC: autorizar a su dirección local a entablar contactos con el partido que aporta los votos necesarios para descabalgar a Calderón, el PSOE.
La pelota, lanzada por el PRC, queda pues en manos del PSOE, aunque su portavoz, la exalcaldesa Blanca Rosa Gómez Morante, deja ese paso en un medio o largo plazo, pero no como algo inminente.
Sea como sea, la sola mención de esta fórmula ha servido para que el presidente Ignacio Diego cargue contra el líder del PRC en Torrelavega, el exconsejero de Cultura Francisco Javier López Marcano, un «político del pasado», sin futuro que está «urdiendo» esta maniobra para «distorsionar» la vida política municipal.
Más allá de la política, en lo estrictamente laboral, los trabajadores de Sniace expresaban este jueves su temor de que la dirección de la fábrica nunca ha pensado en cuadrar sus cuentas, sino, lisa y llanamente, en ejecutar los desidos.