La partida para Valdecilla depende de que se cumpla el objetivo de déficit
El déficit lo inunda todo. Debates privatización sí-privatización no a parte, el dinero que ‘llovió’ en los Presupuestos Generales del Estado para el Hospital Universitario ‘Marqués de Valdecilla’ no está tan seguro como pareciera.
Son 28 millones de euros, del Estado para Cantabria, para las interminables obras que empezaron a raíz del derrumbe mortal de parte de su fachada.
La partida en cuestión arrojó una polémica: si se cuenta con este dinero (la primera de una serie de aportaciones de dinero necesario para acabar las obras), entonces ya no hará falta recurrir a la colaboración con el sector privado.
Esa es la fórmula por la que se ha decantado el Gobierno de Cantabria: adjudicar más de 30 servicios que no sean de bata blanca (en principio, porque el pliego permite también servicios sanitarios puros y duros) a una empresa a cambio de que finalice las obras.
Pero obviando esa polémica en que se han atascado Gobierno y oposición, hay otro factor que resulta más importante: pese a que el presidente Ignacio Diego garantiza la llegada de esos 28 millones, la letra de los presupuestos lo fía todo al cumplimiento del objetivo de déficit.
El documento que recoge la partida,, el proyecto de Ley de PGE del Estado, tiene en las disposiciones adicionales dos condiciones clarísimas: que la CCAA receptora de subvenciones o transferencias a cuenta cumpla el objetivo de déficit. Si no lo hace podría no recibir el dinero de Valdecilla, porque haría falta informe favorable y vinculante del Ministerio de Hacienda.
Pero es más, en la disposición primera, artículo uno, condiciona todos los convenios y subvenciones al cumplimiento del déficit, no sólo de la comunidad autónoma, sino de la propia Administración General.
Así que los 28 millones de Valdecilla y el convenio posterior están condicionados al cumplimiento del déficit en 2014, pero también en 2013 y en 2012, como adelantaba este lunes Buenos Días Cantabria.
Aunque de Valdecilla, lo importante, es quien se lleva el megacontrato definitivamente. 780 millones a 20 años, y con los riesgos de este tipo de colaboraciones público-privadas presentes. El principal, los rescates de las concesiones cuando a la privada no le salen las cuentas, una posibilidad real que ya ha sucedido en Madrid. El contrato, por el método de diálogo competitivo, está a punto de adjudicarse.