Ángel Agudo, Francisco Javier López Marcano, Luis Egusquiza y…. Jacobo Montalvo.

El expresidente del Racing es uno de los nombres, de momento el último, que el Gobierno de Cantabria se resistía a desvelar en su anunciada querella por la venta del Racing al empresario indio Ali Syed.

Así que la querella, que formalizará Cantur –empresa pública de turismo, que gestionó acciones del club– este viernes, evoluciona del plano político y técnico al empresarial.

De momento, se va a presentar querella contra Ángel Agudo, exconsejero socialista de Economía, y su subordinado Luis Egusquiza, director del Instituto Cántabra de Finanzas, responsables del aparataje financiero de la venta, y contra el regionalista Javier López Marcano, exconsejero de Cultura, y en cuyo ámbito de gestión se integra Cantur.

Esos eran los anunciados por el Gobierno y confirmados por el PP, a los que habría que sumar una liste de posibles, ambigua, con una genérica alusión a todo aquel que tuviera responsabilidad en el complejo proceso de venta del conjunto verdiblanco.

Pero no se quisieron concretar. A estos hay que sumar, como adelantaba este jueves Buenos Días Cantabria, un cuarto hombre: Jacobo Montalvo, expropietario del club, máximo accionista a travñes de la sociedad Dunviro Ventures, vendedor del mismo a Syed, ligado a la constructora Silver Eagle, en el pasado adjudicataria de atractivas inversiones públicas del Gobierno regional.

En concreto, la querella e dirige contra Montalvo como Administrador solidario de la compañía mercantil DUMVIRO VENTURES S.L., por la posible comisión de los siguientes delitos:

– malversación de caudales públicos

– fraude a ente público

– y delito societario por administración fraudulenta o desleal en calidad de cooperador necesario.

Asimismo, en base al informe jurídico encargado, Cantur le exigirá responsabilidad civil subsidiaria a título lucrativo. Es decir, que afronte las indemnizaciones que se deriven del proceso si falla alguno de los condenados.

Al Gobierno se le reprocha que ha tardado demasiado tiempo en dar este paso, después del laudo de la Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Madrid, y así se lo indica también el informe jurídico encargado para actuar, por fin, en el Racing.

Lo que sucede es que aquel laudo de la corte de arbitraje de la Cámara de Comercio de Madrid, (a la que se derivó la mediación en las partes en caso de conflicto) dejaba muy patente la negligencia de CANTUR, pero no quedaba nada claro que Dunviro actuara mal.

Entonces, CANTUR renunciaba a reclamar a Dunviro. Y esta quedaba expresamente liberada de su obligación de pago frente a CANTUR, en una liberación que no se puede retrotraer.

Mientras tanto, el club agota el plazo de la ampliación de la ampliación del capital, y ya aparece un nuevo inversor, un empresario del este.