El PRC fía a los alcaldes el urbanismo del litoral de Cantabria
La reforma del Plan de Ordenación del Litoral cuenta con el apoyo del Gobierno de Cantabria y del PRC, lo cual, tratándose de Cantabria y de Urbanismo, obliga a pensar en el #PPRC como #PPSOE regional. Porque en Cantabria no hay bipartidismo; es más propio hablar de tripartidismo, con el PRC como llave de todos los gobiernos del posthormacheismo.
A excepción del último Ejecutivo de la mayoría absoluta del PP de Ignacio Diego, los regionalistas han colonizado Puertochico, ocho años con el Partido Popular de Sieso y otros ocho con el socialismo oficial de la era Zapatero.
En esta última etapa se extendió el palabro regionalsocialismo como seña de identidad del Ejecutivo de Revilla y Gorostiaga. Sin embargo poco se habla de la etapa inmediatamente anterior, del PPRC, también con Revilla, entonces vicepresidente del Gobierno de José Joaquín Martínez Sieso.
En esos 16 años, el PRC siempre ostentó las competencias de urbanismo y, al mismo tiempo, discutió el poder local del PP en Cantabria, con trasvases de cabezas de lista a las elecciones locales según soplara el viento político, sobre todo en los ayuntamientos más pequeños, la mayoría de los 102.
Y añadamos que durante esas cuatro legislaturas Cantabria fue víctima del urbanismo más salvaje, con el PRC al frente de la CROTU, recordemos. De aquellos polvos los actuales lodos de las sentencias de derribo, con casos tan sangrantes como el del Alto del Cuco, cuya reparación pagaremos todos los cántabros con nuestros impuestos. El despropósito.
Ahora, en contexto de crisis económica, y so pretexto de reactivar el sector de la construcción, el Gobierno de Cantabria planea extender la reforma de la Ley del Suelo al POL, con lo que construir viviendas unifamiliares en terrenos rústicos será posible también en la costa.
Por cierto, la reforma de la Ley del Suelo, que contó también con el apoyo del PSOE, la única fuerza parlamentaria ahora contraria a la reforma del POL.
En el debate plenario, el PRC de Miguel Ángel Revilla se ha dejado de puros e historias, y ha apoyado al PP de Ignacio Diego en esto de levantar las garantías del POL para que se pueda construir sobre terrenos rústicos, en una traición a la norma que, paradójicamente, levantaron los regionalistas de la mano del consejero Vicente Mediavilla y aquella directora de Urbanismo Miriam García, que salió de la política despavorida después de la primera legislatura de Gobierno PRC-PSOE.
La pregunta es: ¿Qué pasará cuando la situación económica mejore, fluya el crédito y sea legal edificar por toda la costa? Pues bien, del debate en el último Pleno del Parlamento tenemos que extraer como conclusión que tendremos que confiar en una nueva generación de alcaldes, a quienes se les devuelven las competencias que el POL les había retirado a mediados de la última década, cuando el mal urbanístico ya estaba hecho.
De manera que nos quedará confiar en que la nueva generación de alcaldes no imite a la vieja generación de alcaldes, aquellos de Castro Urdiales, Argoños, Arnuero, Noja, Piélagos, Alfoz de Lloredo o San Vicente de la Barquera, por citar los primeros ejemplos que se nos vienen a la cabeza, que incumplieron la legalidad y sembraron la costa de viviendas con sentencias firmes de demolición. Y para la nueva generación de alcaldes encima será legal.
Y atención al apunte del consultor Luis Marina en la tertulia de Buenos Días Cantabria: digamos que buena parte, si no la mayor parte de esos terrenos rústicos donde pronto se podrá construir, quedaron en manos de inmobiliarias que, en virtud del viejo POL, reservaron terreno rústico para poder sacar adelante sus promociones en las zonas urbanizables de la costa. Argumento a tener en cuenta para político-escépticos.
Este es el debate de la reforma del POL, que el PP sacará adelante en las próximas semanas con el apoyo del PRC, como siempre que hay grandes temas económicos, y trasladando el mensaje de que tengamos fe en los alcaldes.