Ascan gana tiempo a la financiación con un preconcurso de acreedores
La empresa constructora Ascan ha solicitado el preconsurso de acreedores. La firma que lidera Santiago Díaz tiene en estos momentos en marcha, entre otros proyectos, obras importantes como el Centro Botín y de la Duna de Zaera para el mundial de Vela. Y es la concesionaria para los próximos años de la recogida de las basuras en Santander, entre otras muchas cosas.
En realidad, es una maniobra prevista en la ley concursal que sirve para que las empresas ganen tiempo para solventar sus problemas de financiación y deudas.
De momento, según confirman a El Faradio fuentes ligadas al proceso, Ascan ya ha solicitado el preconcurso, que es una figura previa al concurso de acreedores.
Con esta fórmula, las empresas consiguen ganar tiempo para evitar que lleguen nuevas deudas y que sean otros acreedores (clientes o proveedores a los que se deba dinero) quienes pidan el concurso.
Ascan lleva una temporada con algún problema financiero y tensiones de liquidez, hasta el punto de que, tras presentar ERE para 67 de sus 98 trabajadores, había llegado a tener problemas para pagar las nóminas a los empleados del servicio de basuras y limpieza del Ayuntamiento de Santander.
UNA DE LAS GRANDES
La constructora, citada en su momento entre las integrantes del cártel del asfalto, llegó a adquirir unas grandes dimensiones en los últimos años, hasta el punto de que se hizo cargo de parte de un tramo de la autovía de la meseta.
Ascan se había expandido por toda España, con obras en Madrid. De hecho, es una de las empresas cuyos empleados en Madrid están haciendo la huelga de basuras.
Por su parte, Geaser, la división de la recogida de basuras, lleva el servicio también en Torrelavega y en Camargo; y en Astillero y en Suances, basuras y limpieza.
Fuera de Cantabria, además de Madrid, presta estos servicios en muchos sitios, en la isla de Tenerife, y en municipios de Aragón, de Cataluña o de Galicia. Dentro de su expansion, Ascan ha llegado a construir, incluso, un aparcamiento en Polonia.
Más recientemente, es la empresa que se encarga de dos obras muy importantes, el Centro Botín y la duna de Zaera. El Centro Botín, en unión con una de las grandes constructoras nacionales, OHL –como en Madrid con la recogida de basuras-, y también la duna de Zaera (ese auditorio para contemplar las competiciones del Mundial de Vela de 2014), ya en solitario.
PROBLEMAS
Ascán se ha visto resentida por el parón en la obra pública, y por las dificultades en algunos proyectos adjudicados por el anterior Ejecutivo. Desde el plan eólico, al que se presentó junto con Apia 21, hasta el Puerto de Laredo, sin barcos tras una costosa inversión y que le ha llevado a litigar con el Gobierno de Cantabria, contra quien perdió.
La constructora también era la responsable de ejecutar la obra de Colegios del Mundo, en Comillas, o el contrato del agua en Castro, por el que está reclamando al Ayuntamiento en los tribunales.
En el último año, recordamos declaraciones muy críticas de Santiago Díaz a la situación económica y a la falta de iniciativa del actual Gobierno de Cantabria.
No obstante, Ascan también ha ejecutado proyectos con el Ayuntamiento de Santander. En su momento acometió los aparcamientos subterráneos de Cachavas o la Esperanza, el Palacio de los Deportes, pero recientemente consiguió mantenerse como adjudicataria del importante concurso de las basuras de Santander.
Estaba previsto que hiciera el aparcamiento subterráneo sobre el falso túnel de la Marga pero recibió la obra en malas condiciones y está pendiente de resolución.
En su día recurrió también el convenio para construir las nuevas sedes de Bomberos, Talleres y Transporte Urbano, en Ojaiz, que se adjudicó a Emilio Bolado, que ya cayó en esta crisis.
GANAR TIEMPO
Pero como estamos comprobando, la crisis es para todos, y Ascan, que pertenece al Grupo Sadisa, ya ha pasado, más tarde que otras, por la fase de los EREs. Al concurso de acreedores no sabemos si llegará.
De momento está en preconcurso, con fecha 30 de septiembre, y se le dan tres meses de plazo para que intente buscar soluciones.
Eso significa que durante esos tres meses ninguno de sus acreedores podrá pedir que presente concurso, es decir, que se aplaza la decisión, mientras se busca una solución financiera. De modo que tienen hasta finales de año para llegar a acuerdos con acreedores o conseguir acuerdos financieros o renegociar la deuda.
La crisis, más fuerte en el sector de la construcción desde el principio, ha dejado tocadas –y hundidas– a importantes empresas cántabras del ramo, como han sido los casos de las en el pasado intocables Cenavi o Emilio Bolado, en unas dificultades que finalmente han acabado alcanzando también a Ascan.