Marta Tejerina era la vicedelegada de Estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad de Cantabria y concurría como candidata a la Junta de Facultad. El día ‘D’, el pasado 30 de octubre, llegó temprano al local de la Delegación de Estudiantes de Derecho, donde habían quedado cajas de bombones sobrantes de un Congreso que había organizado recientemente la Facultad.

Después se encaminó a la mesa electoral para coger un buen número de papeletas de su propia candidatura. Y  se puso a repartir, en las inmediaciones de la urna, las cajas de bombones y unas agendas de la Universidad, del stock de la Delegación de Estudiantes, sufragado todo con dinero público. Con los bombones y con las agendas, también repartió papeletas con su voto.

Su nombre completo es Marta Tejerina Sarasúa y es además la secretaria de Universidad de la Directiva de Nuevas Generaciones (NNGG) de Cantabria. Pero desde el pasado 11 de noviembre ya no representa a los alumnos de la Facultad de Derecho, fecha en que la Junta Electoral Central de Alumnos (JECA) estimó una denuncia por «fraude electoral».

LA RESOLUCION

El Faradio ha tenido acceso a la resolución que anula su candidatura y declara nulos todos los votos obtenidos, por vulnerar los artículos 39 y 57 del reglamento.

De las investigaciones previas de la JECA y las declaraciones de 10 testigos, queda «probado» que Tejerina distribuyó «obsequios» entre «potenciales votantes en las inmediaciones de la mesa electoral».

La denunciada, que no niega esa actitud, sí jutifica que «ya venía haciendo entrega de los bombones los días anteriores», ante «la necesidad de acabar con los bombones sobrantes» del Congreso Nacional de Derecho, que se había celebrado una semana antes en la misma facultad, y en la que también había participado como Secretaria General del Consejo Nacional de Estudiantes de Derecho. Otro cargo que tiene.

Respecto al reparto de las agendas de la Delegación de Estudiantes el día ‘D’, la dirigente de NNGG alegó también la «necesidad» de distribuirlas entre los alumnos.

Además, la resolución añade que Tejerina se aprovechó de su condición de representante al utilizar en sus actividades de candidata «medios de la Delegación de Alumnos», incluyendo el uso de la propia sede para obtener de manera «ilegítima» una «posición de ventaja frente a otros candidatos». La Junta Electoral Central de Alumnos concluye que su actitud fue «poco respetuosa» con la jornada electoral, cuando a primera hora de la mañana cogió un montón de papeletas con su voto, por lo que fue requerida por la mesa electoral para que las devolviera.

En definitiva, la dirigente de NNGG vulneró, a juicio de la JECA, el artículo 39 del Reglamento de Elecciones de Representantes de Alumnos en Centros y Departamentos, que señala que «la campaña electoral finaliza el día anterior a la fecha fijada». Conductas, todas, que pudieron «interferir en el libre ejercicio de del derecho al sufragio» que protege el artículo 57.

«GÜRTELÓFILA»

En un correo electrónico remitido a los medios de comunicación, un colectivo de estudiantes celebra «el paso dado» para conseguir que esta «gürtelófila» se quede fuera de nuestra Delegación, pero exigen que «una de las cabezas de una organización política juvenil» quede «socialmente impune» tras haber cometido este «intento de pucherazo».

«¿Son estos los comportamientos que enseñan en el seno de un partido político? ¿Todo vale con tal de ganar? Si una dirigente de Nuevas Generaciones es capaz de hacer esto hoy, ¿De qué estaremos hablando el día de mañana? ¿Sobres? ¿Confetis?», cuestionan en el mismo comunicado.

«Estamos hartos de que esta gente se valga de sus medios para tratar de imponer la censura colectiva y se aprovechen del dinero público para tratar de realizar proselitismo en la Universidad», y critican que «por desgracia» en el Partido Popular tienen «una visión muy diferente de la sociedad civil»,  que consiste en » tratar de silenciarla».

El tema ha trascendido lo universitario y pasa ya al plano político-juvenil, porque Juventudes Socialistas de Cantabria (JSC) ha pedido la «dimisión» y «expulsión» de Marta Tejerina de NNGG por «compra de votos».

En una nota de prensa, JSC ha subrayado que en estos momentos en los que la ciudadanía pide a los políticos transparencia y ética «comportamientos como el suyo han de ser reprobados y sancionados”.