El Centro Botín avanza tras el espaldarazo de la sentencia
Tras la sentencia que avala los trámites seguidos para la construcción del Centro Botín, toca situarse. Y así, mientras los críticos con el proyecto, promotores del recurso desestimado, analizan sus próximos pasos, la Fundación Marcelino Botín, impulsora de la obra, informa de nuevos avances.
Poco a poco el Centro va cogiendo forma: la celosía principal de la fachada ya está colocada, de forma que se hace visible el segundo volumen de este edificio diseñado por el arquitecto Renzo Piano. Esta pieza (130 toneladas y 41 metros de largo) se izaba este miércoles, a primera hora de la mañana, junto con otras dos transversales correspondientes a la parte este del edificio. Para izarla fue necesario recurrir a dos grúas móviles de gran tonelaje.
Eso en la parte que se ve. En la que no se, la de la construcción de un paso subterráneo para soterrar el tráfico, se han hecho ya las pantallas y las losas superiores, así como la mitad de la excavación, y se está trabajando ahora en las losas inferiores.
De la remodelación de los Jardines de Pereda, se ha procedido ya a la demolición del pavimento que había, los trasplantes y se ha trasladado el mobiliario antiguo y los monumentos, en una obra en la que trabajan en total unas 80 personas y que pronto visita el arquitecto Renzo Piano.
LOS PRÓXIMOS PASOS DE DEBA
Eso por el lado de la Fundación. Por su parte, la plataforma DEBA (Defensa de la Bahía) tiene previsto reunirse este viernes para analizar en profundidad la sentencia de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) que respalda la construcción del Centro Botín.
Asociaciones integrantes de DEBA, como Arca, Ecologistas en Acción o Cantabria Nuestra habían presentado un recurso contra el trámite que permitió que el muelle de Albareda pudiera tener usos culturales, lo que abría la puerta a construir un equipamiento de este estilo y levantar allí el Centro promovido por la Fundación Marcelino Botín.
La sentencia les impone las costas del proceso. Recientemente, el colectivo lanzaba un llamamiento de ayuda a sus socios y simpatizantes para hacer frente a los costes que les está suponiendo impulsar las causas judiciales que tienen en marcha.
La construcción del Centro Botín en esa zona es posible gracias a que se hizo una modificación en los usos habituales de este espacio portuario para permitir que se levantara una dotación cultural.
Eso, administrativamente, se consiguió a través de un decreto del Gobierno de Cantabria de abril de 2012 (la modificación puntual número 9 del Plan Especial del Sistema General Portuario).
Contra ese trámite es contra el que recurrieron las asociaciones Arca, Ecologistas en Acción y Cantabria Nuestra.
En cuanto a los argumentos, el principal que manejaban las asociaciones, miembros de la plataforma DEBA (Defensa de la Bahía, opuesta a la construcción del Centro en esa zona concreta) es que ese tipo de modificación era de una envergadura tal que se debía haber realizado a través de otro instrumento más amplio, el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
Lo rechazó la Sala, al entender que realmente no se está actuando sobre el urbanismo, y que el Plan General de Santander en realidad no afecta al Puerto, que tiene sus propias normas de ordenación.
Las partes demandadas en el proceso eran el Gobierno de Cantabria, el Ayuntamiento de Santander, la Autoridad Portuaria y la Fundación Botín.
El TSJC ve «forzados» los motivos para recurrir y lamenta que las asociaciones se centren en el edificio sin detenerse en los cambios y mejoras que implicará el proyecto, como la liberación de espacios o los efectos sobre los Jardines de Pereda.
En cualquier caso, lo principal es que el cambio en los usos de esta zona se produjo en realidad en un paso previo, en la Delimitación de Espacios establecida por Fomento, también en abril de 2012, de carácter más genérico a la que aprobó después el Gobierno de Cantabria.
Todo el proceso se apoya en el protocolo para la integración del Puerto y la ciudad, el de la reordenación del Frente Marítimo entre Gobierno, Estado, Puerto y Ayuntamiento, y sus posteriores derivadas.
DOCUMENTACIÓN: la sentencia