EL CENTRO BOTÍN TAMBIÉN TIENE ENEMIGOS
||LARO GARCÍA/EL FARADIO|| Entre las baldosas de cerámica del Centro Botín, asoma una de color rojo que clama por el fin de los desahucios, y otra verde que defiende la educación pública. Todo virtual.
La viralidad de la red y el ingenio de los miembros de los movimientos que se han posicionado en contra de la construcción del Centro Botín en plena Bahía de Santander han propiciado una corriente imprevista en el plácido avance de las obras de esta nueva infraestructura.
Algunos han pensado que si no puedes con tu enemigo, lo mejor es unirse a él, aunque sea con mensajes muy explícitos para el impulsor del proyecto.
Aprovechando la posibilidad de hacerse “amigo” del centro, reconocidos representantes de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH) o de la Plataforma en Defensa de la Bahía (DEBA) han querido dejar algún mensaje para el presidente del Banco Santander.
“Dación en pago”, “alquiler social”, “stop desahucios” o un “mole muy grande” son algunas de las frases que los activistas han compartido en las redes sociales y que pueden verse inscritas de manera virtual sobre la cubierta del centro.
Mensajes muy ligados a las principales reivindicaciones de colectivos promotores de la protesta, como DEBA (Plataforma en Defensa de la Bahía, opuesta al emplazamiento del edificio diseñado por Renzo Piano), o la PAH, la plataforma de lucha antidesahucios. Pero también han asomado otras causas, como la de la educación pública.
En realidad, lo que han hecho estos activistas fue darle la vuelta a una propuesta de la Fundación muy orientada a trasladar mensajes positivos y a hacer comunidad, todo muy pensado para moverse a través de las redes sociales.
La Fundación Botín invitaba a través de Internet a que los ciudadanos se hicieran “amigos” del Centro Botín para tener derecho a una serie de ventajas y beneficiarse al máximo de las programaciones, actividades y contenidos que desarrolle en un futuro el Centro Botín.
Una iniciativa que ha tenido un éxito notable, acercándose al millar de adhesiones (y críticas) en apenas unas horas.
Según expone la propia Fundación en un comunicado, el edificio estará recubierto por miles de piezas de cerámica, y cada persona que se inscriba en la Web del centro recibirá un ‘pin’ identificándola y asociándola a una de esas piezas de cerámica de la fachada de manera virtual.
La Fundación Botín explica que las ventajas pasan por tener acceso directo a un buzón de sugerencias en el que se podrán aportar ideas y opiniones.
Además, se recibirá información actualizada del desarrollo de las obras y del avance de los contenidos y programación; se podrá asistir a las presentaciones programadas sobre el proyecto para conocerlo de primera mano y, sobre todo, se podrá participar en todas las iniciativas que se propongan en la web.