El auto de la Sala Social del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria que anulaba este jueves la suspensión del traslado de la plantilla de Konecta de Torrelavega a Valladolid ha supuesto un mazado, una pésima noticia para los trabajadores de Golden Line, que han optado mayoritariamente por la extinción de sus contratos – 149 de 152-.

Recibirán indemnizaciones que rondarán los 3.200 euros, lo correspondiente a 20 días por año trabajado, aunque también hay trabajadores que se incorporaron más tarde a la plantilla y que se marcharán con aproximadamente 2.000 euros.

Foto: Europa Press

Pero sobre todo pesa un profundo malestar con el TSJC por el último auto, que ha supuesto un giro de 180 grados respecto al anterior, dos semanas antes, que paralizaba el traslado. Y para más inri, se ha trasladado a las partes entre Navidad y fin de año.

En su último auto, de 23 de diciembre, la Sala de lo Social del TSJC cambia de criterio con respecto al de 5 de diciembre, y estima parcialmente el recurso de Konecta, asumiendo el argumento de la empresa de que anular el traslado de forma cautelar supondría perjuicios económicos para esta.

De esta manera, un total de 149 trabajadores de Konecta, antes Golden Line, de los 152 que componen la plantilla en Torrelavega han pedido la extinción de su contrato con la empresa y tres han optado por el traslado a Valladolid, como han comunicado los trabajadores  este viernes, día en que debían trasladar su decisión a la empresa.

En declaraciones a Europa Press, la delegada de UGT en Konecta, Raquel Saiz, ha explicado que la mayoría de trabajadores han optado por el despido al considerar «inviable» mantener «dos vidas paralelas» en Valladolid y Torrelavega.

Además, ha censurado que se pida a los trabajadores que «en 24 horas» que den un «giro de 180 grados a su vida».

A los dos trabajadores que habían solicitado su traslado a Valladolid antes del último auto del TSJC se ha sumado otro más, con lo que finalmente serán tres de un total de 152 los que han decidido trasladarse a la capital castellana.

La delegada de UGT ha insistido en que lo ocurrido ha sido un «despido encubierto» que, además, ha salido «muy económico», y ha  confirmado que la plantilla y el comité están «indignados» y «enfadados» con la decisión del TSJC, por el cambio de criterio en 20 días sobre la medida cautelar, algo que «no conseguirán entender nunca».

Finalmente, la sindicalista ha ampliado el descontento del comité y la plantilla, con la Justicia, pero también con las Administración públicas y con el Banco Santander, que es accionista de Konecta.