El Racing revoluciona la Copa tumbando a otro Primera

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celebracion Racing

Foto: Captura de @musver en Twitter

«El Racing de Santander es un equipo histórico, 44 temporadas en Primera División, un clásico absoluto«. Es el comentario del locutor de una de las plataformas televisivas que cubren la Copa del Rey, segundos después del GOLAZO de Mariano, que colocaba el 0-1 en el marcador del Juegos del Mediterráneo, con el que el Racing acariciaba otra campanada copera, otra vez en Andalucía, en Almería, después de haber apeado ya al Sevilla la noche el Pizjuanazo.

Mediada la segunda parte, Pedro Orfila, desde el carril derecho, colocaba una banana como las que ponía Beckham desde la banda al interior del área, y Mariano, por un momento, emergía en la zona de castigo como un Luca Toni de la vida. Como Zlatan, Mario Gómez o Valdanito Crespo. Escojan la época, digamos Santillana, pongamos que Salva. Para el resto de España será un gol más, pero para el racinguismo está al nivel del mejor gol de cabeza del mejor 9 de la historia. El golazo de un histórico, de un clásico absoluto.

Una ciudad como Santander, una comunidad como Cantabria, recupera un rato la ilusión gracias a noches como esta. Nada igual que una hazaña del Racing. Forma parte de lo irracional, del mundo de las emociones que no se explica demasiado bien tirando de la lógica.

Con el 0-1, el Almería necesitaba un gol para igualar del todo la eliminatoria (1-1 en la ida, la del asalto al palco), cuando de un saque de banda irrumpió en el área Durán, como si fuera Fábregas y para acomodar su Balón de Oro con la diestra y, sin dejar caer la bola, empalar un zurdazo a la escuadra contraria. De frotarse los ojos. Golazo. Maravilla.

De ahí al final del partido, el equipo verdiblanco – esta noche de negro-, no pasaría ni medio sufrimiento atrás, con un equipo ordenadísimo que recuerda en el campo al mejor Racing de la historia, aquel de Marcelino que nos llevó a la UEFA. Contrataque de vértigo y relevos en la transición defensiva, para que siempre haya dos líneas de cuatro infranqueables. Un resultado justo. «Merecidísimo», como se ha dicho en la retransmisión.

El Villarreal de Marcelino podría ser el rival de Cuartos de Final. O la Real Sociedad, que ha disputado esta temporada la Champions.

Aún Koné pudo haber hecho el 0-3 en otra contra, mientras en las gradas del Juegos del Mediterráneo de Almería sonaban los olés de un par de decenas de cántabros de la diáspora racinguista.

campanada

Imágenes de la retransmisión de Canal Plus.

Donde más se puede llegar a querer al Racing es cuando se está fuera de Cantabria. Aunque no te guste el fútbol, Santander, Cantabria es muy bonito y tenemos al Racing, que es un histórico, un clásico absoluto.

Y sacaría la matrícula de honor el técnico racinguista, Paco Fernández, haciendo debutar en los minutos finales de partido a otro canterano, a Fede. En la ida un juvenil de la casa, David Concha, debería haber sido la noticia por el golazo del empate, pero los focos de las teles se fueron irremediablemente al palco.

Un canterano siempre hace más afición. La gente no pide más que poder identificarse con sus colores y un vecino en el 11 siempre da más juego. Hablaremos del instituto donde estudia, conoceremos a un profesor suyo, a lo mejor su primo salía con la hermana de un amigo. Los canteranos ayudan a la integración del equipo en la ciudad. Por el contrario, es más difícil ser del Racing hoy, cuando vale más un foráneo que se preste a un traspaso bien repartido que uno de la casa que se niega a que los secuestradores del club se pongan las Botas.

Y merece esta gran alegría una afición que siente a su equipo secuestrado por el interés de unos amorales que ensucian nuestra imagen allá donde van. Una afición que ha decidido quedarse en casa para no vomitar del asco con la sóla idea de financiar el sueldo de un tipejo con alma de marinero, o que aguanta las arcadas domingo a domingo, con la vena a punto de estallar cada minuto 13, hasta jalear la acción intimidatoria del palco indigno y corrupto, que fue la invasión del palco en el partido de ida.

Lo del palco fue el estallido violento de una afición que no puede más, en la montaña rusa de sentimientos que es el Racing. Ahora hundidos y al borde de la desaparición; ahora en Cuartos de Final de la Copa de Su Majestad el Rey.

Lloran de emoción las redes sociales de Cantabria a la hora de escribir estas líneas. El Racing es el Gamonal del fútbol. Los goles de Mariano y Durán no son menos que los de Michel Pineda o Moratón. Y hasta valen más que el de Colsa en el Parque de los Príncipes. Santísimos golazos para el recuerdo de esta noche. Muy emocionante ver al viejo cómo aguanta. Es un histórico, un clásico absoluto. Hasta el último día.

 

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