¿’Podemos’ encontrar un espacio electoral en Cantabria?
“No me gustan los mass media, pero hay millones de personas ahí fuera que están desideologeizadas y que acaban votando a la derecha”
Una asamblea popular es una experiencia que debería probar todo el mundo al menos una vez en la vida. Puede que no sea lo más operativo, desesperante incluso para los más veteranos en la experiencia del debate horizontal, pero al menos hace pensar, cuando estamos tan cargados del mensaje político superficial y mentiroso.
Recientemente se ha celebrado en Santander la primera asamblea de Podemos, un movimiento político de difícil definición, o en definición, del que sabemos su cabeza visible y de momento poco más. Está en obras, en construcción.
El líder de Podemos es Pablo Iglesias, el profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid, director de contenidos de Producciones Con Mano Izquierda (CMI), presentador de La Tuerka en Público TV y de Apache en Hispan TV, y tertuliano habitual en las teles de ámbito nacional, esas en las que el formato devora cualquier atisbo de seriedad, pero que lanzan personajes mediáticos, líderes de ámbito nacional.
Así ha llegado Pablo Iglesias, que, paradojas de la vida se llama igual que el fundador del PSOE – el mal y el capital-, a convertirse en uno de los referentes de las izquierdas: a base de confrontar en debates de lo más crispados con Garcías-Abadillos y otros referentes de la derecha mediática. Sus aplausos los ordena el regidor, igual que los de Revilla. Por eso el formato resta seriedad. También a periodistas que habían ganado todo el respeto y la credibilidad. Es la tele, stupid.
El asunto del líder mediático fue discutido en la primera asamblea de Podemos en Santander. En primer lugar, se cuestiona la legitimidad para guiar la tentativa electoral de los movimientos sociales, que llevan mucho tiempo trabajando a pie de calle en Cantabria: Cantabria No Se Vende (CNSV); el Frente Cívico; la PAH… son algunos de los colectivos que estaban presentes en la asamblea.
“Si ya se está haciendo… ¿Quién es Podemos para decirle a nadie que venga aquí?”.
Podemos plantea algo así como una Asamblea Permanente, destituyente y constituyente. Un foro estable en el que los ciudadanos, por no decir las izquierdas, tomen el poder y decidan quienes serán sus candidatos y representantes en las instituciones, si todo marcha bien.
La eterna división de la izquierda tampoco está exenta del debate. Toda vez que Podemos es un partido que nace a la izquierda de otras formaciones preexistentes, se plantea el debate de la utilidad de una nueva alternativa electoral.
Aquí en Cantabria el impulso de Podemos es Izquierda Anticapitalista (IA), que tiene sus tensiones con Izquierda Unida (IU), formación a la que acusa de estar con una pata en el sistema y con la otra fuera, entre otras cosas.
Pero si nos atenemos a la literalidad del discurso de IA, no se excluye a Izquierda Unida:
“Queremos decirle a IU que bajen aquí y se dejen de hostias. Queremos discutir, queremos ver el programa electoral”.
Podemos no ha nacido y ya tiene contradicciones. No quiere ser un partido pero quiere presentarse a las elecciones. Evidentemente es una fórmula nueva, inédita.
Una suma de explicaciones lleva a una tentativa de definición: desde su Asamblea Permanente se pactarían resoluciones y se definirían las alianzas, se decidirían las candidaturas, el programa… y se concurriría a las elecciones, para entrar en las instituciones y que sus representantes llevaran las propuestas de los ciudadanos en las Asambleas, para cerrar el círculo de la democracia que pretende. Algo así es Podemos.
“Es un proyecto de ruptura para cargarnos el régimen del 78”, el año en que nació Pablo Iglesias, la Constitución que no votó la generación que pide paso en España.
Pablo Iglesias desembarcará en Santander el día 21 o el 28 de febrero, está por confirmar. Para que veáis cómo es una Asamblea, el sondeo a la oficina de Iglesias sobre cuándo podría estar en Santander cuesta a los promotores de la iniciativa un reproche en forma de pregunta: “¿Qué grado de autonomía tenemos en esta primera Asamblea de Podemos Cantabria si ya hay un día y no hemos debatido si queremos una presentación con Pablo Iglesias?”. O esta otra: “Si va a venir a decirnos lo que tenemos que hacer ya estamos empezando la casa por el tejado”.
Ya está abierto el debate. Otro reflexiona que Pablo Iglesias “puede ser un impulso desde su posición mediática” y no le parece mal “si conseguimos empezar después todo el proceso desde abajo”. “Podemos no hubiera sido posible sin Pablo Iglesias, hay que aprovechar el tirón”, sentencia otra voz.
“Podemos será lo que queramos. Estamos 150 personas aquí porque hemos visto en las redes y los mass media cosas que nos han inquietado. No nos perdamos”, trata de resolver otro.
Es otra fase habitual de una asamblea popular, cuando un bloque se centra en los mensajes ideológicos y otro se pone pragmático, porque teme que se eternice. “Como en alcohólicos anónimos”, cada uno contando su historia. Es la metáfora de otro asistente, del bloque pragmático.
Más contradicciones: ¿Cómo unir el discurso radical de la nacionalización de la banca o el final del capitalismo con la vocación de ser un movimiento amplio e integrador?
Hasta aquí casi no habíamos entrado en la batalla de las palabras, el discurso y el lenguaje. Y hay debate también: si se modera, Podemos se dirigirá a un 40% del electorado; si se habla de soviets, cargarse a la troika, el régimen del 78 y de anticapitalismo, entonces los mensajes van dirigidos a sólo un 15% del electorado.
Va la aportación del veterano con palestino al cuello: por su experiencia, al capitalismo “sólo hay una forma de derrotarlo: la revolución, con sangre”. Y dice más: “creo que esta vez ni con esas”.
Intervención corta pero central, que conecta con otras anteriores en el sentido de marcarse objetivos más realistas: en favor de un discurso más amplio, hacia la convergencia de las izquierdas y a partir de mucho trabajo en asambleas de barrios y en los pueblos. Viene de un militante de IU, que por el gesto de escucha, ve un poco naive todo eso de desbancar a la troika, al menos desde Santander.
Al final “no importa lo que digamos aquí hoy, porque tendremos tiempo y a la siguiente – asamblea- seremos el doble”.
Y ese era el debate de la primera asamblea de Podemos. La próxima ‘decidirá’ la fecha del acto de presentación de Pablo Iglesias en Santander. Y a partir de ahí todo se irá debatiendo, en la Asamblea Permanente y en comisiones, desde el discurso hasta el frente electoral. Toda una incógnita,que de momento concita expectativas, a la izquierda de la izquierda.
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