Unidos por un reto: pedaladas por la memoria
Todo surgió como un homenaje a su padre. A partir de ahí, la implicación y el apoyo de sus vecinos lo han convertido en una iniciativa solidaria, en un reto personal y colectivo.
El bombero cántabro Óscar Negrete intentará batir el récord de la hora de ciclismo en pista en su modalidad profesional con el objetivo de recaudar fondos para la Asociación de Familiares de Alzhéimer de Cantabria (AFA).
Esta enfermedad le toca muy de cerca, ya que el deterioro físico, intelectual y cognitivo de su padre desde que le fue diagnosticado el Alzhéimer le ha hecho plantearse este reto que une pedaladas y memoria.
«Él me inculcó este deporte desde mi infancia y me ha hecho muy feliz. Ahora quiero que la gente reflexione, aunque sea un par de minutos, sobre lo que supone esta enfermedad que puede tocar a cualquiera»
Negrete, que vive en Colindres y trabaja desde hace más de diez años en el Parque de Bomberos de Laredo, lleva 33 años practicando el ciclismo. La mayor parte de su vida la ha dedicado al deporte. De hecho, sigue compitiendo. Tiene cinco campeonatos del mundo como bombero profesional, entre ellos, tres de ciclismo en ruta y dos de contrarreloj.
El suyo es un palmarés extenso, que también refleja dos medallas de oro y una de plata en las Olimpiadas de Bomberos y Policías que se celebraron en Nueva York y ha sido diez veces campeón de España. A parte de esto, también ha sido subcampeón del mundo de iroman en Barcelona, entre otros muchos galardones.
El desafío que se ha planteado ahora consiste en batir el récord de la hora de ciclismo en pista para bomberos profesionales y lo va a intentar en el Velódromo Miguel Induráin de Tafalla (Navarra) el 12 de abril.
Hasta ese momento, el récord lo ostenta un compañero y amigo de Negrete, el bombero vizcaíno Mikel Tapia: 173 vueltas en una hora tienen la culpa.
«Mi intención es batirlo, lo que pasa es que nunca había hecho ciclismo en pista y es algo novedoso para mí», confiesa el bombero cántabro.
Las bicicletas que se utilizan en este tipo de pruebas son de piñón fijo, sin frenos y sin rueda libre (es decir, no se puede parar de pedalear sin detenerse).
Esto ayuda a maximizar la velocidad, reducir el peso y evitar las frenadas bruscas, pero requiere de un período de adaptación como el que está llevando a cabo Negrete.
«Lo que hago es desplazarme un día a la semana al velódromo de Tafalla. He decidido hacerlo allí para que no haya diferencias y mejorar el récord en las mismas condiciones», explica a El Faradio.
En carretera entrena todos los días que puede y complementa su preparación con trabajo específico para fortalecer la zona abdominal, la que más sufre en el ciclismo en pista.