Cuando los daños del temporal son en tu ‘casa’: las otras víctimas del clima
Del temporal (de los temporales) ya se ha dicho prácticamente de todo: desde los destrozos materiales hasta los daños económicos pasando por la polémica política y, aunque haya sido de pasada, la influencia en estos hechos del fenómeno del cambio climático.
Los amantes de las aves saben bien que hay otras víctimas, menos conocidas, tapadas por los daños materiales y los efectos económicos.
Es el caso de los frailecillos, aves marinas que estos días han visto como su hábitat natural se revolvía hasta condiciones extremas, a pesar de que la evolución les dotó de medios para afrontar duras inclemencias.
El problema es cuando estas se prolongan en el tiempo y cuando los efectos se extienden a grandes superficies.
En esas condiciones, según explica Roberto Gonzalez, técnico de la Sociedad Española de Ornitología (SEO), estas aves pueden hacer poco para sobrevivir.
“Su capacidad para alimentarse se ve drásticamente mermada, sus fuerzas disminuyen, pierden energía y llegan a las orillas extenuadas, las que sobreviven”, describe.
Según datos del programa de seguimiento de SEO, durante el último mes tan sólo tres observadores han encontrado en las playas un total de 68 araos, 32 alcas, 32 frailecillos, 10 alcatraces atlánticos, dos gaviotas tridáctilas y una gaviota enana.
La única ayuda que prácticamente se les puede prestar a especies como los frailecillos, araos o alcas, junto a otras como gaviotas y alcatraces, es llevarlas a un centro especializado en atenderlas.
No es la primera vez que estas aves se enfrentan a cambios drásticos en el lugar donde viven. Tuvieron una dura prueba cuando llegó a nuestras costas la marea negra del petrolero Prestige.
Nuevamente su entorno resultó afectado y ellas lo sufrieron. Y queda por ver como afrontarán las alteraciones que provoque en sus ‘casas’ el cambio climático, cada vez más presente y menos futuro.
Ahora, como entonces, lo mejor que se puede hacer para ayudarlas si se encuentra algún ave dañado en playas o arenales es:
-Avisar rápidamente por teléfono para que vengan a rescatarla.
– Poner el ave cuidadosamente en una caja a oscuras con aireación. La oscuridad les genera tranquilidad. Y sin amarrarles el pico.
-No darles de comer o beber bajo ningún concepto.
-Esperar a que llegue la persona del Centro de Recuperación.
Contacto de Centros de Recuperación por comunidades autónomas (norte peninsular)
-Galicia:
Pontevedra – Centro de Recuperación de Fauna Silvestre – Cotorredondo. Teléfonos: 986680390 ó 600333123 (8:00/20:30).
A Coruña – Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de A Coruña. Teléfonos: 981626241/679928280 (8:00/20:30).
Lugo – Centro de Recuperación de Fauna O Veral. Teléfono: 982207705 (8:00/20:30).
-Principado de Asturias: CEPESMA (Coordinadora para el Estudio y Protección de las Especies Marinas). Teléfonos: 985470370 ó 689570708. O en su lugar al 112.
-Cantabria: Centro de Recuperación de Fauna Silvestre. Teléfono: 942564944 (10:00/18:00).
-País Vasco:
Vizcaya – Centro de Recuperación de Fauna Salvaje de Vizcaya. Teléfono: 944465297.
Guipúzcoa – Centro de Recuperación de Fauna Salvaje de Guipúzcoa Donostia/San Sebastián. Teléfono: 943210584 (9:00/21:00)