Liberbank denuncia a una afectada por preferentes por pegar carteles en una oficina
Ana María Serdio se verá las caras con los representantes de Liberbank en los tribunales. Esta vecina de Valle de Cabuérniga, a punto de cumplir los 60 años y parada de larga duración, es una de las muchas afectadas por las participaciones preferentes que comercializaba la antigua Caja Cantabria que no ha recuperado su dinero.
Sin embargo, en el juicio rápido que se celebrará este 18 de febrero en el Juzgado de Instrucción Número 4 de Torrelavega ella será, una vez más, la acusada. Liberbank ha presentado por segunda vez en los últimos meses una denuncia contra esta mujer en la que se le acusa de un delito de deslucimiento de bienes inmuebles y por injurias después de haber pegado carteles en una de sus oficinas en Cabezón de la Sal.
En una sentencia fechada a 17 de enero, la magistrada que instruyó el primer caso decidió absolver a la acusada de todos los delitos, al entender que la colocación de un cartel no deslucía de forma tan grave y que, en el contexto del conflicto por las preferentes, los mensajes no eran tan graves, ni mentiras ni iban a influir en la opinión pública sobre la entidad.
El Ministerio Fiscal no formuló acusación, mientras que los representantes de la entidad financiera solicitaron siete días de trabajos en beneficio de la comunidad, una multa con una cuota diaria de cinco euros más las costas procesales.
Pero Liberbank ha recurrido este fallo y ha presentado una nueva demanda que se resolverá en las próximas horas.
«Yo, pequeña estafada, ahora soy la denunciada. Esto es el colmo de la injusticia», lamenta Ana María Serdio en declaraciones a EL FARADIO. En su opinión, se trata de «una especie de venganza» tras el fallo adverso contra Liberbank que busca convertirse en una «acción ejemplarizante».
Según explica la afectada, en la zona hay «muchísimo dinero atrapado en participaciones preferentes» y ella es una de las personas más activas en las protestas. «Es una forma de meterme miedo y quitarme del medio», asegura.
En esta nueva denuncia, Liberbank aporta fotogramas de las cámaras de seguridad que podrían probar que pegó pancartas en la oficina de su pueblo. «Liberbank me ha denunciado por pegar carteles, es decir, por manifestarme. No hemos roto ningún cristal ni hemos insultado a ningún empleado», afirma.
Los carteles que consideran ofensivos desde la entidad y que han provocado el enfrentamiento con esta exclienta de la Caja de Ahorros muestran frases como «Banqueros estafadores. Empleados cómplices», «Cerrado por estafa» o «Quiero mi dinero», similares a los que se pueden ver por oficinas de toda la comunidad autónoma.
«Se han cargado los ahorros de toda una vida. Me han robado el dinero suficiente como para que esté preocupada por mi futuro si no lo recupero. Es el fruto de mi trabajo durante 30 años y, si esto no se soluciona, tendré problemas económicos muy pronto», protesta.
Lo primero que hizo cuando supo que era una víctima más de este producto tóxico en marzo de 2012, antes de sumarse a la Plataforma de Afectados por las Preferentes de Cabezón de la Sal, fue buscar un abogado y denunciar a la entidad financiera. El juicio está fijado para septiembre de 2014, más de dos años después.
«De esta historia no vamos a salir bien parados psicológicamente», alerta Ana María Serdio. Para hacer más llevadero este nuevo juicio y mostrar su solidaridad, la Plataforma de Afectados por las Preferentes de Cantabria ha convocado una concentración de apoyo a las puertas del Juzgado en el que se desarrollará este nuevo cara a cara entre Liberbank y los que un día fueron sus clientes.