Ignacio Arroyo, agente doble en el Racing de Santander
En la maraña político-judicial del Racing hay actores que defienden intereses contrapuestos, agentes dobles que poco a poco se van quitando la careta. Es el caso del abogado Ignacio Arroyo, el mismo que viajó a Amsterdam para negociar con el administrador judicial de WGA Sports, Onur Arslan, la liberación del Racing de las cadenas de Ángel Lavín ‘Harry’ y de Francisco Pernía (en la sombra).
Pues bien, Arroyo defiende ahora los intereses de Arslan y WGA Sports en el concurso de acreedores del Racing. Y esos intereses pasan por sacar a WGA de la calificación de culpable que tiene, junto a Pernía y Ali Syed, para los administradores concursales y para la Fiscalía.
Ocurre que, de lograrlo, el Racing pasaría a deberle a WGA el 50% de los 8,5 millones de euros que, según la contabilidad del club, se deben a WGA. Así consta también en la Lista de Acreedores concursales, a pesar de que ese dinero, como bien es sabido, jamás lo llegó a pagar Ali Syed. Es decir, la intervención de Arroyo en el Mercantil le costaría al Racing 4,2 millones.
El abogado que liberó [sic] al Racing, trabaja para el auditor de CEP Cantabria en los años de las operaciones de compra-venta del Racing, José Gabriel Sainz de la Maza, y defiende, desde su aterrizaje en Santander, los intereses de Arslan y WGA Sports en el Concurso de Acreedores del Racing, que se dirime en el juzgado de lo Mercantil.
Un concurso de acreedores es un proceso tasado por la Ley Mercantil, en el cual las empresas, como el Racing, que tienen dificultades para pagar a otras proveedoras, se someten a la administración de la Justicia, que pone orden en los pagos a los acreedores a cambio de que estos renuncien conjuntamente a una parte de la deuda.
Es lo que conocemos como una quita, que en el convenio del Racing, como en el de otros muchos equipos de fútbol en España, asciende al 50% de la deuda.
En el concurso, fueron declarados culpables Francisco Pernía, Ahsan Ali Syed y WGA Sports, que conllevaba para esas tres partes la inhabilitación de 5 años, la devolución de los bienes y derechos obtenidos indebidamente del patrimonio del Racing, y la condena a Francisco Pernía a indemnizar los daños y perjuicios, cuantificados en 4,9 millones de euros.
LA PERSONACIÓN DE ONUR ARSLAN EN EL CONCURSO
La personación de Onur Arslan y WGA en el concurso de acreedores del Racing pasó casi inadvertida, entre tanta emoción por el plante de los jugadores en el partido de la Copa del Rey contra la Real Sociedad, el 30 de enero. Fue el movimiento clave, el jaque mate para terminar con aquella directiva del Racing liderada por Harry.
Aquel movimiento de Onur Arslan en el Mercantil se contó, pero se vendió como una deferencia de Arroyo y Sainz de la Maza ante el administrador holandés de origen turco que había dado el paso necesario e imprescindible para liberar al Racing: la destitución, el 17 de enero, de Ahsan Ali Syed como administrador único de WGA, y la revocación de los poderes que tenía delegados (en el caso del Racing, en Harry y sus consejeros).
Sin embargo, aquella versión está muy distanciada de la realidad, porque los intereses de WGA Sports y los del Racing de Santander no tienen nada que ver en el concurso de acreedores del club.
El objetivo de Arroyo es sacar a WGA Sports y a Onur Arslan de la calificación de culpables en el concurso. El argumento es que la WGA de Onur no tiene nada que ver con la WGA de Ali Syed.
En este sentido, pide que se añadan los interrogatorios de Francisco Pernía y Roberto Bedoya, así como la citación para las testificales de Eugenia Botas – el representante de cabecera de Pernía- y del propio Jacobo Montalvo, con una intención de señalar otras posibles responsabilidades.
ARROYO CONTRA EL RACING
El informe de calificación concursal establece una relación de créditos, incluidos en la Lista de Acreedores concursales del Racing, entre los cuales figura un crédito subordinado a favor de WGA, por los préstamos participativos que adquirió de CANTUR y de DUMVIRO en las operaciones suscritas el 29 de enero de 2011. Entre Zürich y Santander.
Es decir, que en el concurso de acreedores, constan créditos anotados en su día en la contabilidad del Racing, a devolver a WGA Sports, por un importe de 8,5 millones de euros.
Lo paradójico del asunto es que, mientras que aquel dinero de Ali Syed jamás llegó al Racing, WGA Sports podría recuperar el 50% del mismo, una cantidad superior a los 4 millones de euros. Más claro aún: Ignacio Arroyo, con su defensa de WGA, está actuando en contra de los intereses del Racing en el Concurso de Acreedores.
Y en ese sentido está maniobrando Arroyo para defender a Onur Arslan. Primero formuló un escrito para ganar tiempo, ante la abundante documentación, que excede los 1.000 folios. Y el pasado 5 de marzo entró en el registro este otro, de oposición a la calificación del concurso culpable.
Sin embargo, el secretario del Juzgado Mercantil contestó, el 7 de marzo, que el escrito tenía un defecto de forma al no llevar la firma del letrado, por lo que no se aceptó, aunque sí dejó un plazo de 5 días para presentar un recurso.
En definitiva, que Ignacio Arroyo no firmó este escrito de defensa de WGA Sports y Onur Arslan en el concurso de acreedores del Racing, aunque el documento está rubricado por el propio Arslan, la misma procuradora, contiene la misma argumentación y hasta la misma tipografía de los anteriores firmados por Arroyo.
De manera que, el abogado empleado de Sainz de la Maza, de seguir representando a WGA Sports y Onur Arslan en este proceso y en los términos de este último escrito que no firmó, estaría defendiendo intereses en contra del Racing, que le obligarían a devolver a WGA un importe de más de 4,2 millones de euros. Cuando WGA nunca pagó nada. De locos.