Es tiempo de elecciones europeas, y de aquí al 25 de mayo habrá mucho ruido por una campaña electoral que corre el riesgo de centrarse en debates nacionales y esquivar el debate de propuestas para el futuro del Viejo Continente.

Dentro de una convocatoria en todas las ciudades españolas, y previa ante una concentración ante las sedes de las instituciones europeas en Bruselas este viernes, los sindicatos hacían su aportación al debate.

Un debate que se puede resumir en una crítica a las políticas de austeridad puestas en marcha por los Gobiernos europeos y una petición de medidas de estímulo que favorezcan el crecimiento de la economía.

Unos trescientos representantes sindicales se concentraban a última hora de la tarde frente a Delegación del Gobierno, en la plaza de Correos, para reclamar un plan de inversiones comunitario, una especie de plan Marshall a la europea.

Frente a los discursos euroescépticos que se extienden ante decisiones como los sucesivos rescates europeos en los países del sur, la secretaría general de UGT en Cantabria, María Jesús Cedrún, matizaba: “la salida está en Europa, pero no en esta Europa, sino en la Europa social, y no en la Europa de los capitales”.

El manifiesto lo leían caras más jóvenes de los sindicatos: Luz Díez por parte de Comisiones Obreras e Iván Gómez en representación de UGT.

Los dos ponían el acento en los efectos de las políticas de austeridad: un crecimiento de las desigualdades entre ricos y pobres, un recorte de derechos y retrocesos en la calidad de la democracia, más paro y más pobreza, y un riesgo para la continuidad del Estado del Bienestar.