Se acerca la Semana Santa, y parece que en el Barrio Pesquero les quieren ‘cambiar el paso’ con sus protestas por el cambio de modelo en la guardería, con planes para que su gestión pasara a depender de la iglesia a hacerlo del colegio concertado, y evitar, de algún modo, que las críticas resten protagonismo a las palmas características del domingo de Ramos.

El párroco del Pesquero, Ignacio Ortega, asegura que ya ha decidido dar “marcha atrás” en los planes para la guardería, que suponían su paso de la adscripción a la iglesia a colegio concertado de la zona, además de un cambio radical de modelo en la gestión de este espacio desde unos criterios más comunitarios a unos más economicistas.

Son sus palabras, meditadas, según justifica, a raíz del “revuelo” levantado en el barrio desde que los padres empezaran a expresar su preocupación por los planes para la guardería, y que ha llevado a la convocatoria de una protesta este domingo a las 11.00 horas, justo a la hora de la celebración del Domingo de Ramos, cita que marca el inicio de la Semana Santa.

El párroco dice que ya ha avisado al personal del centro de que se renuncian a los planes que se habían anunciado, que incluían una reestructuración de horarios, y que ha informado de esos cambios de planes también al Obispado.

Es una comunicación trasladada por correo electrónico, pero que sigue provocando suspicacias entre los padres, que recuerdan los cambios de opinión por los que ya ha atravesado el párroco.

Y además, este cambio de planes tendrá que concretarse de una manera más contundente: el detonante de todo ha sido el despido de la directora pedagógica de la guardería, que cuenta con su correspondiente carta, y que está pendiente de la conciliación en el ORECLA, el organismo de mediación. Está por ver si esa marcha atrás se materializa en la readmisión o un cambio de postura en ese acto jurídico.

El párroco se “queja” de la actitud de los vecinos “más eufóricos” en la protesta, de quienes llega a decir que “no viven en el barrio”.

E incluso admite que le gustaría que la concentración programada para este domingo a las 11.00 horas no se celebrara en ese momento, ya que coincide con la misa del Domingo de Ramos, el pistoletazo de salida de la Semana Santa.

De hecho, lo que quiere –y ha sugerido a instituciones– es que se “posponga” a otro momento, porque a esa hora se hace “daño” –se prevé que sea multitudinaria-, y tampoco le agrada que se hayan puesto carteles reivindicativos dentro de las instalaciones del centro, pues, recuerda, es un recinto particular

En cualquier caso, el problema de fondo sigue siendo el económico, insiste el párroco, que detalla gastos anuales por valor de 90.000 euros, y cifras de 12.000 euros al mes sólo en gastos de personal que, añade, excederían la ratio (la proporción) en base a los alumnos del centro. Él cree que con 4 profesionales podría atenderse “perfectamente” a los niños.

Y avisa, a corto plazo, seguirán tal y como estaban hasta la fecha, con la duda de hasta cuando aguantarán.