Pienso como un oligarca ¿es grave doctor?
||POR OSCAR SAN EMETERIO||
Escribía unas reflexiones tras leer el comunicado de Rinat Akhmetov, que dicho en palabras “fisnas” es un empresario de mucho predicamento en Ucrania (System Capital Management). En Roman Paladino, el “puto amo”, al menos por Ucrania.
No podía estar más de acuerdo con sus soluciones para la crisis ucraniana. Diálogo, diálogo, y más diálogo. Como ya plantee en un anterior artículo, lo que está pasando en Ucrania era evitable, tanto lo de Crimea, como la gravísima crisis en el Este del país.
No confundamos los términos, esto no es como lo de Crimea, y de hecho la actuación de Rusia no va a ser la misma. Estamos en una zona dividida y en donde no todas las instituciones ni las fuerzas vivas están por irse con Rusia. Claro que quienes más ruido hacen, los que están más “crecidos”, quienes están tensando la cuerda al máximo son los partidarios de Moscú.
Y es que no podemos negar que detrás de uniformes, armas e inteligencia se nota la mano del gobierno de Putin. De hecho ya ha reconocido lo que todo el mundo sabía, que en Crimea envió tropas. Negar esta evidencia supone conferirles a los “rebeldes pro-rusos” una capacidad para organizarse ellos y desorganizar al gobierno golpista de Kiev que no tiene parangón. Así cayó Crimea, y así está de revuelto el este ucraniano.
Asumiendo pues que Rusia está detrás “facilitando” las revueltas, no es menos cierto que la salida de toda esta inestabilidad está en manos de Ucrania y de los ucranianos. Deben hacerlo ellos, porque si se echan en manos de unos u otros la crisis se va a cerrar en falso. Solo una Ucrania unida tiene posibilidades en una futura negociación. Es más, Rusia solo se sentará en esa mesa si Ucrania tiene clara sus prioridades (las suyas y las de Putin). Mientras tanto seguirá observando, a su manera, desde el otro lado de la frontera.
Esas conversaciones ya se han producido. El acuerdo, que no es demasiado diferente de lo propuesto unilateralmente en su día por el primer ministro interino (y golpista) de Ucrania. La diferencia es que ahora lleva la rúbrica de Rusia, Estados Unidos y la UE. Quieras que no, eso ayuda… o quizás no sea suficiente.
El problema, como en Crimea, como desde el primer día, es la escasa o nula capacidad del gobierno golpista de Kiev. Yo me preguntaba hace una semanas ¿dónde está el ejército ucraniano? ¿la policía? En definitiva ¿cómo es posible que sea tan fácil llevarse por delante (por la fuerza) gobiernos regionales, comisarías, ministerios del Interior? Ucrania es hoy ingobernable y permanece ingobernada, y quienes se cargaron la anterior legalidad nunca pensaron, es evidente, que se llegaría a esta situación.
El gobierno golpista de Kiev, reconocido por todo “chichirimundi” pero con no mucha más legitimidad que Kosovo o Abjasia en términos reales, parece cada vez más débil. Tras digerir con sorprendente normalidad que les echaran a patadas de Crimea, ahora se ven impotentes para mantener un mínimo orden en el Este.
Ni con promesas de referendums ni con cesiones en autonomía. Un bofetón tras otro mientras Putin se frota las manos ya que cuanta mayor debilidad tenga el gobierno golpista de Kiev mayores serán las posibilidades de que los intereses rusos se mantengan intactos cuando no mejor asentados en territorio ucraniano.
Y es que como dice el oligarca con el que comparto planteamientos, esto acabará en diálogo. De momento ya lo ha habido, aunque creo que hasta que no hablen las urnas y haya un gobierno ucraniano legitimado por estas, viviremos una situación de interinidad e inestabilidad. Todo depende de lo que Moscú quiera agitar el avispero. El horizonte electoral no hace sino generarme más preguntas ¿Llegaremos a entonces con una Ucrania aún más rota? ¿Se podrán llevar a cabo con garantías? ¿Se aceptarán los resultados?
Y más preguntas ¿qué tipo de organización tiene hoy el mayoritario y pro-ruso Partido de las Regiones? ¿dónde están? Las únicas referencias que nos llegan del Parlamento de Ucrania son la de una clase política desbordada y en donde los nazis del Pravy Sektor agreden a diputados comunistas. Y lo hacen los mismos (uno de ellos al menos, el de la coleta) que sacaron a “gorrazos” de su cargo al director de la Televisión Estatal Ucraniana. Un panorama desolador.
Recapitulando. Ucrania necesita líderes que unan a toda Ucrania y no que pongan a Ucrania contra Rusia, que es lo mismo que mirar solo hacia la parte de la población más proclive a los planteamientos pro-occidentales. También es cierto que para que ese liderazgo pueda ejercerse adecuadamente es necesario que haya delante alguien con quien hablar. ¿Quiénes son los líderes de los rebeldes? ¿El auto-proclamado líder de la república popular de Donetsk? ¿Quieren negociar o solo poner las cosas peor?
Hasta ahora los pro-rusos han sabido aprovechar el desconcierto de las autoridades ucranianas y las escasa lealtad tanto de la policía como del ejército. No es menos cierto, que no todo ha sido un paseo “militar” y cuando la autoridad se ha negado a agachar la cabeza ha empezado a correr la sangre. Los argumentos de estas “milicias” son injustificables. Mal haría Moscú en seguir a “pies juntillas” sus planteamientos. De momento parece que mantiene cierta distancia.
Mientras en Crimea… la vida sigue igual de rusa que siempre. Bueno, quizás un poco más. Me dice mi mujer que ahora el principal canal de la televisión estatal rusa está emitiendo continuamente reportajes sobre las bondades de Crimea, “nuestra Crimea”. Una especie de Marina D´Or a la rusa, que siempre fue destino de vacaciones privilegiado pero que ahora además es territorio ruso por los cuatro costados. Y les irá bien.