La Cámara de Comercio reivindica su experiencia y tradición ante un nuevo escenario
El presidente de la Cámara de Comercio nos recibe en su despacho en la Plaza Porticada: el escenario concebido como una de las principales concentraciones de poder de la ciudad, con vistas, en su momento, a la acampada del 15M (ahora que el discurso ‘indignado’ ha entrado en ciertos sectores empresariales) o a la sede de la antigua Caja Cantabria (que, definitivamente, ya no es lo que era).
Tradición y experiencia son los principales valores que Modesto Piñeiro asocia a la entidad que preside desde 1998, y que afronta ahora un período de redefinición, consecuencia de la nueva Ley de Cámaras.
Aprobada el mes pasado en el Congreso de los Diputados, supone cambios relevantes en su forma de funcionar, que afectan directamente a su financiación, y todo en un momento en que hay menos para todos y en el que otros actores también buscan fondos y motivos para recibirlos.
Ante ellos, la Cámara también subraya otro de sus puntos fuertes: su representatividad. Por ley, esta entidad tiene un carácter público que hace que todas las empresas formen parte de ella, y que su presidente contrapone con el carácter privado de otras organizaciones.
Desde esa perspectiva, la de su despacho y la de su organización, Piñeiro tiene una visión de la economía que conjuga el estar detectando indicios de la tan traída recuperación con el ser consciente de que aún tiene que llegar de la macroeconomía a la economía real.
Esa en la que, por cierto, la Cámara de Comercio lleva tiempo notando el incremento de la apuesta por el autoempleo (con 350 nuevas empresas cada año en su servicio de asesoría), lo que muchos llaman emprendimiento y Modesto Piñeiro denomina, simplemente, gente con iniciativa.
“UN FUTURO CON MEJORES GARANTÍAS”
La nueva Ley implica un refuerzo de la definición de las Cámaras como entidades públicas, lo que supone que tiene que garantizarse su función, y por eso pertenecen todas las empresas, aunque desaparece ya la cuota obligatoria.
En el texto, se definen sus funciones: internacionalización, competitividad, formación profesional dual, y la mediación y arbitraje de conflictos-Con la aprobación de la nueva Ley, las Cámaras de Comercio se encuentran ante un nuevo escenario.
-¿Cómo afronta la Cámara de Comercio este nuevo escenario?
-La Cámara de Comercio de Cantabria se ha modernizado, ha reestructurado sus medios, laborales y de todo tipo, y estamos en forma para afrontar el futuro con muchas más garantías, y siempre para defender los intereses generales de la economía, por tanto, de las empresas de nuestra región ofreciendo servicios de calidad, siempre demandados por ellos.
No vamos a hacer nada que no sea demandado por empresas. Nos hemos centrado en los servicios más directos y más demandados por las PYMES.
“NO VAMOS A ENTRAR A COMPETIR”
En el apartado de financiación, los fondos pueden llegar de las cuotas (voluntarias, antes obligatorias, y con posibles ventajas fiscales) de los socios, las ayudas de las administraciones públicas y la venta de los servicios que ofrecen, como la formación o la asesoría, por los que se abre la posibilidad de pagar. Además, las Cámaras podrán ser intermediarias en la gestión de fondos comunitarios.
-¿Con este panorama no se entra un poco a competir con otras organizaciones como Ceoe en la búsqueda de fondos o en las funciones? (En los últimos tiempos, la patronal está impulsando su área de internacionalización).
-No es nuestro propósito, tenemos 125 años de historia. En internacionalización tenemos una experiencia, que es muy grande, porque nos lo demandan las empresas. En la patronal realmente antes estaban a otros temas. Ahora la situación ha cambiado y parece que quieren entrar a internacional. Pueden hacer lo que quieran, nosotros hacemos nuestro programa de internacionalización pensando en todas las empresas. Tenemos una estrecha colaboración en esta área con Sodercan (la empresa pública de la Consejería de Industria del Gobierno de Cantabria). Nuestro objetivo no es entrar a competir, sino consensuar para no duplicar servicios.
Por ley, todas las empresas pertenecen a la Cámara. Por tanto, nuestros servicios están dirigidos a la totalidad de las empresas, no somos una asociación con unos miembros concretos que defiende sólo a sus socios, nuestros servicios van para todas las empresas.
DE LOS GRANDES INDICADORES A LA ECONOMÍA MÁS PEQUEÑA
-Desde esa perspectiva, ¿cómo se ve la situación económica?
-Depende del sector, hay gente que les va mejor y otras a los que no tan bien. Las que están en la internacionalización siguen incrementando sus exportaciones sí están satisfechas.
Lo que sí hay es un criterio general de que algo está cambiando, de que la situación ya no va a peor, está yendo a mejor, aunque no con la rapidez que queremos.
Y es cierto en parámetros macroeconómicos, pero no en el bolsillo, que es lo que más nos importa a todos. No obstante, primero tiene que empezar por un lado y llegar a otro.
En este punto, Modesto Piñeiro recuerda que eso mismo fue lo que sucedió en el “famoso” debate electoral entre el ministro de Economía, el socialista Pedro Solbes, y Manuel Pizarro, candidato ‘popular’, en el que este último alertaba “con claridad” de indicadores macroeconómicos “que empezaban a cambiar”. “Y tuvimos tres años más de juerga que estamos pagando”.
El presidente de la Cámara repasa las instituciones y organismos que están “revisando” sus indicadores porque ven la situación de España “en positivo”.
“Lo único que los indicadores aún son tímidos, y espero que se vayan consolidando. Espero que haya más crecimiento de la economía, y creación de empleo, y que suba el consumo y el comercio, que es probablemente el efecto dinamizador que más se sentirá”.
De momento, durante la crisis, en la Cámara sí que se está viendo que “hay mucha iniciativa”. “Son jóvenes que buscan en el autoempleo una salida a la actual situación laboral y que, cuando se acercan, están demostrando que tienen iniciativa, ganas y capacidad de riesgo”.