Las dos vidas de Celso y Manolo
Celso y Manolo son dos nombres propios y una conjunción copulativa que desde 1971 dan nombre a una de las tascas más castizas de Madrid. Detrás de los nombres, por supuesto, siempre hay una historia. En este caso la de dos hermanos nacidos en un pueblo de la cuenca minera asturiana que hace más de cuarenta años cambiaron el verde de los valles del norte por los cielos azules de la capital de España.
En 1965, Manolo Argüelles llegó a Madrid para trabajar como aprendiz de camarero en el local que seis años después llevaría su nombre. Pero Manolo aún no lo sabía. Manolo aprendía, trabajaba y, una vez al mes, el día del cobro, caminaba unos metros para darse un homenaje en La Carmencita, otro de los bares más populares de la capital, donde cenaba un entrecot y quizás añoraba el paisaje asturiano. Cuando su jefe se jubiló, Manolo decidió quedarse con el local y convenció a su hermano Celso para que lo acompañara en la aventura.
Esta es la historia de la primera de las vidas de Celso y Manolo, una tasca de las de antes, con barra de mármol y taburetes sin respaldo situada en la calle Libertad, en pleno barrio de Chueca. La segunda vida está a punto de comenzar de la mano del Grupo Deluz & Cía., una empresa cántabra encabezada por los hermanos Lucía y Carlos Zamora que ya gestiona locales como Días Desur y el Machi, en Santander, o La Carmencita madrileña donde Manolo cenaba entrecots una noche al mes cuando aprendía el oficio.
Celso y Manolo se jubilan, y los hermanos Zamora decidieron apostar por su local con la idea de recuperar el ambiente de una tasca antigua adaptándolo a los tiempos que corren. “Tenían ofertas para alquilar el local, pero vieron nuestro trabajo y decidieron alquilárnoslo a nosotros”, cuenta Carlos.
La barra, como no, será el eje del local. “Habrá un cocinero cocinando desde la barra, visible al público del bar”, cuenta Lucía, que subraya la intención de darle una nueva proyección al local y asegura que el producto de Cantabria tendrá un protagonismo especial en el nuevo establecimiento.
“Empezamos con ilusión; también con el miedo de saber si funcionará o no, pero con muchas ganas”, asegura Carlos, que durante años trabajó en el Grupo Vips, antes de volver a Cantabria y fundar junto a su familia su propio grupo hostelero. Ahora Deluz & Cía. reinventa Celso y Manolo, la vieja tasca madrileña fundada por los hermanos Argüelles que comienza su nueva andadura de la mano de los hermanos Zamora.