La asociación Santander Castelar Comercio, formada por más de 25 establecimientos de la céntrica calle, organizará este sábado la primera edición de su Mercadillo Solidario a beneficio de Cruz Roja. Los visitantes podrán encontrar libros, obras pictóricas, juguetes o artículos de menaje, todo a un precio que oscilará entre los dos y los tres euros.

Debido al carácter solidario del mercadillo, los compradores podrán adquirir los productos a un precio superior al precio de venta benéfico. Para ello, cada uno de los puestos habilitará una hucha sellada en la que el comprador introducirá el dinero que estime oportuno, sabiendo siempre que el importe estará destinado a obras benéficas.

El mercado podrá visitarse de 12 de la mañana a 12 de la noche. La entrega de la recaudación se entregará a Cruz Roja posteriormente, una vez realizado el recuento del importe total obtenido. Según explica la asociación “Santander Castelar Comercio” el objetivo, además de contribuir a los programas asistenciales de Cruz Roja en Cantabria, es dar a conocer a los comercios de la zona a través del evento.

Los productos a la venta han sido donados en su mayoría por ciudadanos anónimos y  empresas que han contribuido con artículos nuevos y usados. También el Ayuntamiento de Santander colabora con un acto que se complementará con la realización de talleres y actividades específicas para los niños.

MOVIMIENTO ASOCIATIVO EN EL COMERCIO

En Santander se viene constatando en los últimos años un auge del asociacionismo empresarial, llevándose a cabo distintas propuestas que van desde lo puramente profesional a movimientos más vinculados a la cultura y el movimiento vecinal.

En este sentido, destacan propuestas como la iniciativa Sol Cultural, que en una de las zonas más emblemáticas de la ciudad concentra asociaciones culturales, media docena de galerías de arte independientes, librerías, un espacio teatral y una decena de bares con programación cultural propia.

Otro ejemplo es el mercado mensual que se celebra en la calle Tetúan, que sirve como excusa para la organización de actividades paralelas que se organizan en los bares de la zona, y que ha conseguido dar un nuevo impulso al barrio. Un camino similar al que están iniciando en Peña Herbosa, donde los restaurantes se empiezan a unir con el objetivo de dar un nuevo aire a la zona.