La nueva factura de la luz: más información y un mínimo ahorro
La nueva factura de la luz aprobada por el Gobierno y que entró en vigor el pasado 1 de junio es más completa, pero también más compleja. Por eso conviene entender bien sus particularidades y conocer las novedades que aporta con respecto al modelo anterior. En primer lugar, una aclaración: las compañías comercializadoras tienen un margen de tres meses de adaptación para empezar a utilizar el nuevo modelo, por lo que es probable que aún no haya observado ninguna novedad en su factura.
Jaime Rodríguez, consultor de GlobaEnergy, explica que el nuevo recibo constará de tres folios, en lugar de uno. En el primero, encontraremos el importe y los datos de la compañía, que tendrá que incluir de manera visible sus datos de contacto para que el cliente sepa en todo momento adónde dirigir cualquier consulta o reclamación. En la segunda hoja aparecerá un desglose del consumo, dividido en tres tramos: el coste de producción, los impuestos, y los costes regulados (peaje, distribución, etc) En la tercera y última hoja la compañía deberá informar de las distintas tarifas existentes en el mercado, el origen de la energía y el impacto de la misma.
«Con la nueva factura el ciudadano va a tener más información de lo qué consume y de sus opciones de ahorro», subraya Rodríguez, quien advierte, sin embargo, de que el ahorro para los hogares será mínimo, debido a que la mayor parte del importe está destinado a cubrir los tramos impositivos, que son fijos y no dependen de los costes en el mercado energético.
El consultor detalla que para el cliente doméstico – con una potencia contratada inferior a 10 kilovatios – la tarifa eléctrica se regula en base a los costes de la energía en el mercado. «Habrá meses en que paguemos más o menos, en función del precio de mercado, pero una bajada en los costes se traducirá en un ahorro muy pequeño, porque los márgenes son escasos y el grueso de la factura se destina a pagar los impuestos», asegura.
Las empresas, sin embargo, tendrán más posibilidades de reducir costes, ya que, como afirma Rodríguez, tienen contratada una potencia más alta, en cuyo caso un descenso de los costes de producción sí puede traducirse en un ahorro significativo.
PLATAFORMA CONTRA LOS ABUSOS ELÉCTRICOS
Mientras tanto, se multiplican las asociaciones ciudadanas contra lo que se consideran unos precios abusivos en el mercado de la energía. En Cantabria se ha constituido ya la Plataforma contra los Abusos Eléctricos, que aglutina a asociaciones como ADICAE (Asociación de Usuarios de Cajas y Seguros), la cooperativa Enerplus, la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, la Federación de Asociaciones de Vecinos, el Frente Cívico o la Plataforma de Afectados de E.ON.
Entre otras reivindicaciones, la Plataforma contra los Abusos Eléctricos pide reducir el IVA de los consumos energéticos al tipo impositivo mínimo: del actual 21 por ciento al 4 por ciento. Una medida que consideran básica para reducir de manera real el precio de la electricidad. Por otro lado, la Plataforma pretende realizar un censo de desahuciados eléctricos que permita conocer de manera fiable el número de personas que ya no pueden cubrir sus necesidades energéticas a raíz de una política que aumenta los costes año tras año.