Los vecinos de la Granja Poch de Torrelavega han conseguido paralizar este viernes por la mañana las obras de construcción de una dársena exterior junto a la estación de autobuses de la localidad. La protesta estaba organizada por la asociación vecinal del barrio, que considera la obra “absurda e innecesaria”.

Según testigos, entre 30 y 40 vecinos acudieron a la zona en torno a las 10 de la mañana y llevaron a cabo una acción de protesta que se desarrolló sin ningún tipo de incidente. Los trabajadores se hicieron a un lado ante la mirada de una pareja de agentes de la policía local que no intervinieron. Una vez paralizados los trabajos, los vecinos se trasladaron al ayuntamiento de la localidad para trasladar sus quejas al equipo de Gobierno.

Vecinos de la Granja Poch de Torrelavega paralizan los trabajos de construcción de una dársena de autobús | Foto: ACPT

Los representantes del barrio ya se han reunido varias veces con las autoridades locales. Después de que el jueves, la alcaldesa socialista, Lidia Ruiz Salmón, les entregara un proyecto que consideran injustificado, los vecinos celebraron una asamblea en la que se decidió llevar a cabo una paralización pacífica de las obras.

Según explican, se trata de una “medida cautelar” hasta que se produzca una reunión entre partes que incluya a los vecinos, al Ayuntamiento y a la Dirección General de Transportes, de quien depende la obra. Su preocupación ha aumentado después de conocer que la dársena no tendrá solo un uso nocturno – como se había asegurado en primera instancia – sino que también funcionará como parada para varias líneas durante el día.

La alcaldesa aseguró a los vecinos que la reunión tripartita podría producirse a principios de la próxima semana, ya que según Ruiz Salmón “todo depende de la disponibilidad del director general de Transportes”. Los vecinos de la Granja Poch, sin embargo, desconfían de las “buenas palabras” que llegan desde el Ayuntamiento, y han decidido paralizar los trabajos hasta entonces.

Desde la Granja Poch denuncian que la dársena sólo servirá para generar molestias a los vecinos y a los tres centros educativos de la zona, sin mejorar en nada el servicio de transportes ya existente. No entienden la necesidad de construir una nueva parada en un barrio donde ya está ubicada la estación de autobuses, y consideran que, en cualquier caso, las soluciones pasan por mejorar las frecuencias de la estación, abriéndola también en horario nocturno.

El concejal de Movilidad, Pedro Aguirre, se mostró partidario de que la dársena tenga un “periodo de observación”. Los vecinos, mientras tanto, señalaron que la alcaldesa se ha ofrecido a iniciar gestiones ante el Gobierno regional para buscar una solución que satisfaga a todas las partes.

La de la Granja Poch no es la única dársena que el Ayuntamiento pretende construir en Torrelavega. En el barrio de La Inmobiliaria también tuvieron conocimiento de que el consistorio ha aprobado la construcción de otra dársena en la zona. En este caso, la asociación de vecinos decidirá cómo proceder después de reunir a los afectados y discutir un plan de acción a seguir.

MOVIMIENTOS VECINALES EN LA INMOBILIARIA

Por otra parte, la Asamblea Ciudadana por Torrelavega ha convocado para este sábado a las 11.00 horas una asamblea abierta en la bolera “La Carmencita”, en el barrio de La Inmobiliaria, para explicar su oposición a la construcción del Centro de Emprendedores y debatir propuestas de actuación contra un proyecto que, a su juicio, supone “un saqueo de las arcas municipales”.

El Centro está presupuestado en 5’5 millones de euros y su construcción está prevista sobre unos solares que hoy albergan un aparcamiento gratuito de 500 plazas. “Todo parece indicar que la compra de la finca en 2003 fue un pelotazo urbanístico, y no estamos dispuestos a permitir que en 2014 se lleve a cabo un nuevo despilfarro de dinero público», aseguran desde la ACPT.

El concejal de Movilidad, Pedro Aguirre, explicó ayer que el contenido del nuevo edificio se comenzará a definir a partir de Septiembre. Desde los movimientos vecinales denuncian como “inaceptable” y califican de “gran irresponsabilidad” que primero se construya el Centro y después se le busquen utilidades.

Los encontronazos entre Ayuntamiento y vecinos no son nuevos en La Inmobiliaria. Ya en 2007, la asociación vecinal reivindicó más zonas verdes y nuevos espacios públicos para el barrio. A raíz de aquellas protestas se aprobó el Plan Urban, destinado, según las autoridades a modernizar la zona y que, según denuncian desde la ACPT, solo ha traído “más hormigón y cemento”.