Relatos y experiencias de activismo en La Libre
El activismo no exige grandes infraestructuras. Sobra con una maleta y una estrategia. Iker García Urbina pasó los meses de febrero, marzo y abril viajando por México y Guatemala. Acompañó a la Agencia Autónoma de Información SubVersiones a lo largo de unos países surcados de demasiadas cicatrices e injusticias.
En México, Iker cubrió las luchas de las Auto Defensas o Comunidades de Michoacán y la lucha de los estudiantes normalistas en contra de las reformas educativas del Gobierno. Con ellos compartió también experiencias sociales de resistencia que considera especialmente «valiosas e inspiradoras».
Cruzando la frontera hacia Guatemala, visitó el Archivo Histórico de la Policía Nacional descubierto en 2005, donde se guardan documentos que prueban las masacres realizadas durante los años del genocidio. En el plantón de La Puya, documentó la resistencia de una explotación minera a cielo abierto cuyos trabajadores llevaban dos años aguantando la presión gubernamental para cerrar la mina que fue finalmente desalojada -con las consecuentes dosis de brutalidad- hace escasamente un mes.
En la comunidad de la Primavera del Ixcán parte de las Comunidades de Poblaciones de Resistencia (CPR) se refugiaron en la selva durante 13 años. Iker estuvo con ellos, recogió su testimonio y documentó su lucha.
Hoy, este activista cuenta su experiencia y habla de la situación en América Latina en una charla coloquio titulada ‘Un viaje. Un puñado de derechos sociales‘, que tendrá lugar esta tarde a partir de las 20 horas en el Centro Social Autogestionado La Libre, en la calle Rampa Sotileza de Santander.
A través del relato de lo que vivió en México y Guatemala, Iker pretende devolver «un poco del calor, el afecto y la dignidad» que se encontró al otro lado del océano, compartiendo con los asistentes la experiencia de aquellas comunidades, demostrando que existen y resisten y no abandonan el empeño de conseguir una vida y un trato mejores.