Sniace vuelve a la lucha. Desde esta mañana la entrada a la fábrica de Barreda se encuentra bloqueada por los trabajadores, que han impedido la entrada de mercancías y del escaso personal – fundamentalmente directivos– que aún sigue yendo a trabajar a la fábrica.

Después del bloqueo de la mañana, en torno a las seis de la tarde los trabajadores han celebrado una asamblea en la que han decidido que las movilizaciones continuarán a lo largo de toda la semana. Justo los días que quedan del plazo de diez días durante el que empresa y trabajadores aun podrían llegar a un acuerdo.

Las escenas vividas a lo largo del día de hoy volverán a repetirse mañana, y durante siete días más, si no hay ningún acuerdo satisfactorio para los trabajadores.

Todo comenzó a las 7.00 horas de la mañana. Bajo una lluvia persistente y un cielo que presagiaba un día oscuro, los trabajadores, que se encuentran en una situación cada vez más difícil, acudieron a la fábrica adonde hasta hace poco se dirigían a cumplir su jornada laboral. Una vez allí bloquearon las entradas como medida de presión para forzar a la Dirección a una reunión en la que se les dé algún tipo de explicación sobre un posible acuerdo laboral.

El secretario del Comité de Empresa, Antonio Pérez Portilla, que estuvo en los micrófonos de Buenos Días Cantabria, explicó que la plantilla tomó la decisión el pasado jueves, a la vuelta del juicio que se celebró en la Audiencia Nacional sobre la legalidad del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que acabó en septiembre con el despido de la plantilla.

Con esta acción se pretende reclamar a un portavoz “habitual” que se pronuncie sobre la negociación. Desde el Comité de Empresa rechazan al abogado de Sniace, Alberto Novoa, como portavoz válido. Lo que los trabajadores demandan es una reunión con el presidente de Sniace, Blas Mezquita, o con el director de Nuevos Proyectos e Inversiones de la compañía, Fernando Gómez de Liaño, para obtener de ellos “algún tipo de explicación”.

A día de hoy el Comité no ha recibido “ninguna noticia” de la Dirección sobre la propuesta que presentó 48 horas antes del inicio del juicio en la Audiencia Nacional. La propuesta fija en 13 millones el coste del plan laboral –frente a los 16 que contempla la empresa– y cuenta con 4 millones en ayudas públicas para las prejubilaciones.

Los trabajadores consideran su oferta razonable y no entienden el silencio de la empresa. Entienden que la falta de respuesta equivale a un no, pero no comprenden por qué Sniace no se ha dirigido a ellos para darles algún tipo de explicación, tal y como habían acordado en principio. Pérez Portilla denuncia que nadie conoce exactamente cuál es la “posición oficial” de la empresa en el conflicto.