Lo cuenta Txetxo Yoldi, uno de los grandes del periodismo español: uno se pasa horas y horas en el juzgado, esperando a que aparezca el imputado, que por lo general pasa de largo… entonces hay que esperar a que hable el abogado, intentar abordar al juez… después hay que escribir, volver a casa sin tiempo para nada… es en ese momento cuando alguien se queja de lo terrible que es todo, y es en ese momento cuando otro alguien suelta la frase que da título al libro que Yoldi presenta estos días: Peor hubiera sido tener que trabajar…

Es una frase que probablemente se pronuncia arrastrando las palabras, con la resignación del periodista vocacional que no puede dejar de adorar su trabajo. Yoldi, que se pasó 29 años en El País, haciendo buena parte de la mejor información de tribunales de las últimas décadas, cuenta ahora sus experiencias en un libro que, según sus palabras, recoge anécdotas e historias y que no pretende ser un ajuste de cuentas, ni con la profesión ni con su antiguo periódico. Solo un ejercicio narrativo que busca la sonrisa del lector.

Historias hay muchas: desde los cristales blindados del despacho del juez Garzón a las presiones recibidas por su investigación del caso Dívar, que terminó con la dimisión del entonces presidente del Tribunal Supremo a raíz de los escándalos destapados por el periodista.

También una reflexión sobre la crisis que atraviesan los medios. Yoldi lo explica así: «Los grandes medios han intentando abarcar cosas que después no han conseguido abarcar y se han metido en deudas tremendas». La deuda de El País, por ejemplo, que alcanzó los 5.800 millones de euros cuanto estalló la burbuja. «Los intereses de esa deuda eran de un millón de euros al día: no hay economía que resista eso», argumenta el periodista.

Sobre el caso Dívar: «Hubo presiones de todos los colores. Cuando tú llegas a una redacción te explican que huyas del periodismo de declaraciones y apuestes por temas propios que marquen la agenda de los demás… Después resulta que no se cumplen, porque a lo mejor el grupo en el que estás tiene alguna dependencia económica de algún banco, o una deuda con la Seguridad Social…Y al final tu información va en la parte de abajo, medio escondida, o ni siquiera se publica…» Es solo un ejemplo de la intrahistoria de un oficio que, según Yoldi, «no siempre es de color de rosa».

El libro recoge más historias. Como el sumario del 23-F, al que el periodista tuvo acceso hace ya años. Un texto que siempre ha levantado polémica y sobre el que han corrido ríos de tinta. «El sumario no era del Tribunal Supremo, sino del Consejo Supremo de Justicia Militar, y hay una copia en el trastero de mi casa», asegura Yoldi, quien señala que no hay rastros de ninguna trama civil en sus páginas.

«Lo que estaba claro es que eran un sumario para condenar a quienes se habían significado: de los demás nadie quiso hacer preguntas». ¿Se buscaba una verdad judicial? Según el periodista, sí: «Se buscaba a los responsables más directos, porque España tampoco estaba para permitirse demasiadas alegrías, y los militares no estaban nada contentos».

Y hay más historias. Más anécdotas. Más reflexión. Y mucho periodismo. Para el futuro quedan pendientes nuevos proyectos. Después de todo las experiencias de Yoldi cubriendo la información de los tribunales darían incluso para una novela. De momento ‘Peor hubiera sido tener que trabajar’ se encuentra en fase de crowfounding y puede adquirirse en formato ebook o papel a través de la página web de libros.com. Entre sus páginas, algo tan valioso como el testimonio directo de un profesional de referencia.