Varias decenas de personas se reunieron ayer en los Jardines de Pereda, donde la plataforma DEBA celebró una reunión informativa sobre la remodelación del Frente Marítimo de Santander en la que estuvieron presentes distintos colectivos y ciudadanos particulares.

El lugar elegido, a escasos metros del futuro Centro Botín, no se escogió al azar. Los miembros de la plataforma querían comprobar sobre el terreno el resultado de la ampliación del parque, algo que muchos santanderinos han hecho ya desde que el presidente del Banco Santander, Emilio Botín, inaugurara la zona la semana.

Carlos García, miembro de la asociación ARCA, echa en falta más árboles mientras recuerda que DEBA nació hace dos años para proteger el patrimonio paisajístico de Santander y de su bahía y hacer ver a los ciudadanos que la ciudad «pertenece a todos».

Durante la reunión se repasó el vigente Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que la plataforma está empezando a difundir entre la ciudadanía. Un aspecto, el de la información, que en DEBA consideran básico para que la gente sea consciente de las mofidicaciones que se planean introducir en zonas importantes de la ciudad.

También para que los mecanismos de participación puedan ponerse en marcha. Algo que aún esta por ver que suceda con el plan de actuación sobre el Litoral Norte que el Ayuntamiento presentó a principios de verano. De la Serna explicó que una vez presentada la propuesta se abriría una ronda de contactos con los ciudadanos para que estos pudieran hacer llegar al Consistorio sugerencias y modificaciones.

DEBA se cuestiona si el plan está ya decidido y el debate es un mero producto cosmético de comunicación o si, por el contrario, realmente se admitirán las propuestas de los vecinos. La plataforma ha solicitado una reunión con el equipo redactor del proyecto, que esperan que tenga lugar en septiembre.

PASEO MARÍTIMO

Otro proyecto concreto que afecta al litoral de la ciudad es la construcción del Paseo Marítimo en Marqués de la Hermida. Las obras, que han comenzado hoy, están destinadas a cambiar radicalmente el aspecto de la zona, incluyendo más espacios verdes y peatonales.

Un proyecto que, en principio, no se ve con malos ojos desde DEBA, pero que tiene su lado oscuro. «Es positivo y razonable, porque va a mejorar la zona, pero no se cuenta la otra cara», explica Carlos García.

Y la otra cara es el plan que el Ayuntamiento espera sacar adelante con la colaboración de la Autoridad Portuaria para construir toda la zona que ahora mismo está ocupada por aparcamientos al aire libre. Desde hoteles a viviendas y zonas comerciales. No se trata de un proyecto que vaya a realizarse en un futuro cercano, pero sí de una idea que el Consistorio mantiene a medio y largo plazo a la espera de que pueda llevarse a cabo.

Para DEBA sería un «desastre». No solo desde el punto de vista estético, también para la calidad de vida de los ciudadanos de una zona, la de Castilla-Hermida y el Barrio Pesquero, con una de las densidades de población más altas de Europa, sin apenas espacios verdes, saturada de vehículos y tráfico.

«No se hace pensando en la gente», explica Carlos García, sino «desde el cuento de hadas especulativo en el que viven el Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria» que, según sostiene el miembro de ARCA y de DEBA justifica el proyecto como un medio para sacar plusvalías con las que acometer otras reformas «que la ciudad no necesita» como la ampliación del puerto.

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