La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Santander se prepara para evitar el desalojo de Amparo, la vecina de La Vaguada de Las Llamas que el Ayuntamiento planea desahuciar de su casa el próximo día 4 de agosto. Para debatir las iniciativas que se llevarán a cabo con ese objetivo, la Plataforma celebró ayer una asamblea a la que acudieron alrededor de 70 personas, y en la que se analizaron los pasos a seguir durante los próximos días.

Uno de los objetivos principales es informar a la ciudadanía, concienciarla y movilizarla para impedir que la vecina de 86 años tenga que abandonar su hogar para dejar sitio al nuevo vial que comunicará la S-20 con la Avenida de los Castros. Para ello se lanzará una campaña a través de las redes sociales con el hashtag #Amparosequeda, se colocarán carteles por toda la ciudad de Santander y se convocará a los medios a un rueda de prensa, presumiblemente el próximo viernes.

A las movilizaciones se han unido distintos grupos políticos y colectivos. Además de Podemos, según informa la PAH, Izquierda Unida de Cantabria, Equo, las Juventudes Comunistas, el Colectivo de Jóvenes Comunistas y Regüelta han dado su apoyo a la campaña y colaborarán con la Plataforma en el desarrollo de la campaña.

El eje central de la movilización será la acampada que la PAH ha organizado para el próximo día 3 junto al domicilio de Amparo. A partir de las 22.00 horas de ese día, los activistas se concentrarán en la zona y se prepararán para resistir e intentar impedir el desalojo, que según el plazo fijado por el Ayuntamiento, está previsto para el día 4.

La hoja de ruta está marcada hasta ese momento. Lo que suceda después de la llegada de la Comisión encargada del desalojo es una incógnita. Dependerá de si la acampada consigue que Amparo se quede o el Ayuntamiento lleva a cabo el desalojo. Una vez se pongan en marcha los acontecimientos, será la PAH la que, junto con los integrantes y colectivos que apoyan la campaña, decida qué rumbo toman las protestas y las futuras movilizaciones.

EXPEDIENTES Y EXPROPIACIÓN

La vivienda y el terreno de Amparo en la Vaguada de las Llamas ya fue objeto de un expediente de expropiación en el año 1998, con el anterior Plan General de Ordenación Urbana en vigor, que contemplaba la misma conexión transversal que hoy es polémica en Santander.

Aunque aquel expediente no fue a más, Amparo recibió en 2009 la notificación del Catastro del cambio de calificación de su propiedad, de urbanizable a rústico.  E inmediatamente, al año siguiente, recibió la notificación del Ayuntamiento de un nuevo expediente de expropiación, en los mismos términos que el del 98, pero con otro número de tramitación diferente.

El nuevo PGOU de Santander se aprobó definitivamente en el año 2012, pero se estuvo redactando, con varios procesos de información pública y alegaciones mediante, desde el año 2006. Es en ese proceso cuando la calificación del terreno de Amparo pasa a ser considerada rústica, cuando el proceso de expansión urbana hacia el norte de la S-20 era ya una realidad.

Fuentes de la familia aseguran que la valoración de la casa de Amparo está por encima de los 120.000 euros, mientras que el Ayuntamiento ofrece un (in)justiprecio de 79.000, o una vivienda de 40 metros cuadrados en la periferia, por la que la anciana debería pagar 12.000 euros.