GUÍA PARA RECORDAR LOS PERSONAJES

PREVIOUSLY ON ‘A TODA VELA’: Marina regresa a Santander para hacerse cargo de la dirección del Campeonato Mundial de Vela que se celebrará de forma inminente. Marina huyó de la ciudad harta de la rivalidad de su familia, los Montes-Valdivia, con los Fernández de la Barca. Pero al hacerse cargo del evento, se ve de nuevo atrapada: Anselmo, el patriarca, muestra mucho interés en una cita que no brilla tanto como parece. Y Marina entabla una relación con Sergio, hijo de la familia rival… (CAP 1) (CAP 2)

Las noches compensaban los días. Porque los días en el Centro Global de Convenciones Mundiales diseñado por ese prestigioso arquitecto al que siempre se le acababan cayendo los edificios empezaron a complicarse. Y mucho. Las hojas del calendario caían y al hacerlo mostraban una carencia más, un nuevo agujero que tapar. Y así cada día: desde goteras en los vestuarios de los deportistas hasta problemas con la imprenta encargada de la cartelería.

Cada mañana asaltaba a Marina un nuevo imprevisto: un consultor que le pedía su aprobación a un acuerdo previo de gran centro comercial en una zona cercana, la experta en marketing que le recordaba que había de anunciarse en una decena de medios del sector de cuya existencia nunca había tenido conocimiento, el alcalde de Valdepáramo del Secano reivindicando ser una subsede porque “se lo habían prometido en el partido”, etc. Y siempre, siempre, el espinoso tema de las facturas. Demasiados gastos comprometidos y pocos ingresos. Las cuentas no cuadraban.

Esa era la rutina de Marina por el día. Pero la noche…, la noche era su momento. Y también el de Sergio, al que horas antes ignoraba cuando coincidían en el trabajo. Por las noches se olvidaban de la vela y del mar. Sólo miraban las estrellas.

Fue una de esas noches cuando surgió la idea. Si el problema era el dinero habría que encontrar una forma de recaudar fondos. Y en la ciudad en la que vivían la mejor forma de hacerlo era una gala benéfica. Juntar a la alta sociedad local en un sitio de postín para que pagaran una cena cara que ayudara a sufragar gastos del evento que les “iba a poner en el mapa internacional”, ingresando el dinero directamente en la cuenta del Campeonato.

Sobre el papel parecía buena idea. Por eso a Marina le costó entender la reacción de su equipo cuando se lo transmitió. “No da tiempo”, “no va a ir nadie”, “no se va a entender”, “no es el momento”.

Pero lo más extraño ocurrió después, cuando quiso comprobar las cuentas del patronato en una oficina bancaria. Al acudir al departamento de contabilidad, una empleada le impidió el acceso. “Pero si soy la directora”, respondió Marina. “Ya, pero son instalaciones municipales, los permisos los da el Ayuntamiento”, trataba de explicar la sudorosa secretaria.

Así que optó por llamar a Asdrúbal, concejal, su enlace con el Ayuntamiento e hijo de uno de los principales donantes en la competición. Hermano de Sergio, para más señas. “Asdrúbal, no me dejan entrar en las instalaciones del departamento de contabilidad siendo la máxima responsable y dicen que es cosa del Ayuntamiento, ¿sabes algo? ¿puedes resolverlo?”.

Asdrúbal colgó el teléfono y se giró temeroso de la reacción de su padre. Pero Anselmo sólo se había alterado una vez en la vida. Y ni una más. “No te preocupes. Sólo necesitamos un poco de margen. Podrá entrar en el ordenador, y por la cuenta bancaria no te preocupes. Al fin y al cabo, el banco es mío, ¿no?”.

Una de esas noches, Sergio regresaba a la mansión familiar. Allí le esperaba despierta Gladys, la mujer de Anselmo. “Ten cuidado. No sabes dónde te estás metiendo”, le dijo con su exótico acento. “¿Cómo dices?”, le respondió Sergio, sorprendido. “Esta ciudad es demasiado pequeña para que puedas mantener ese tipo de secretos. Y recuerda que la mayoría de los hoteles en los que retozáis son nuestros. A mí me da igual, pero a tu padre no le va a gustar nada”, prosiguió Gladys, casi entre susurros. “No te entiendo”, tartamudeaba el que había sido medalla de plata mundial. “Yo creo que sí. La última vez que alguien estuvo con una persona que no le convenía trajo muchos problemas a esta familia. Y dile a tu amiguita que no sea tan curiosa. Hacer preguntas llevó a tu madre a… Bueno, ya sabes a lo que me refiero”. Y se marchó.

Esa misma noche, alguien entró en las instalaciones del Centro Global de Convenciones Mundiales dirigiéndose a los despachos…

¿Quién ha entrado en el despacho y qué busca? ¿Por qué tratan de impedir el acceso de Marina a las cuentas del Campeonato? ¿Qué le pasó a la madre de Sergio? ¿Pondrá la familia de Sergio problemas a su relación con Marina?

CONTINUARÁ

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