Granada, Sevilla, Bilbao y Las Palmas de Gran Canaria han acogido la primera fase del campeonato y han visto jugar a 24 selecciones. Inevitablemente, hay que hablar de dos principalmente. España y Estados Unidos son los superfavoritos del torneo, y lo han demostrado en los primeros cinco partidos. La FIBA, por si fuera poco, ha montado los cruces de manera que no haya posibilidad de que las dos grandes se enfrenten antes de la final, sino que se van cruzando selecciones de grupos A y B, por un lado, y C y D, por otro, hasta el partido por el bronce y la final.

Pau Gasol

La selección anfitriona ha disfrutado y, sobre todo, ha hecho disfrutar en Granada. Es, casi seguro, la última vez que Juan Carlos Navarro y Felipe Reyes, al menos, juegan con el combinado nacional y hay muchas ganas de poner la guinda a su trayectoria con la medalla de oro. No tenían un grupo nada fácil delante, pero el calendario les concedió empezar ante los dos equipos más débiles de su grupo, Irán y Egipto, y eso les bastó para engrasar la máquina lo suficiente para doblegar, sin despeinarse, a la potente Brasil, la dura Francia y la competitiva Serbia. Por este orden han pasado las cuatro a octavos de final, confirmando que los brasileiros pueden ganar a cualquiera y que España es candidata a estar en la final del próximo día 14.

El Grupo B también tenía su dificultad. Los argentinos partían con la vitola de favoritos, pero era muy probable que tuvieran muy complicado ganar a todos los contendientes encuadrados con ellos en Sevilla. En efecto, en el segundo partido perdieron contra Croacia. Pero consiguieron llegar hasta el último partido dependiendo de sí mismos. Lo malo es que se encontraron con una Grecia sorprendente, que les ganó y les relegó a la tercera plaza (fenomenal partido, por cierto).

Hablar de los helenos como una revelación no sería justo. Llevan un cuarto de siglo en la élite del baloncesto, aunque han sufrido varios altibajos. En este Mundial están jugando sin Dimitris Diamantidis, Vassilis Spanoulis y Sofoklis Schortsanitis, tres piezas básicas, y aún así han pasado a octavos invictos y dando un nivel que no ofrece muchas dudas. Sin grandes alardes, sin machacar a nadie, pero ganando a todos. Mucho ojo a los campeones del Grupo B. Merecen todos los respetos. Los croatas han pasado segundos, y cuartos los senegaleses, que sí son la revelación del grupo. Han dejado fuera a Puerto Rico, una selección clásica en este torneo, y a Filipinas, que al menos se despidió con victoria ante los africanos.

El Grupo C partía con todos los focos puestos en la selección estadounidense. Han traído un muy buen equipo, pero peor, claramente, que el que batió a España en las dos últimas finales olímpicas. De momento hacen su trabajo, dan buenas dosis de espectáculo, han metido más de 90 puntos en todos los partidos y los han ganado todos por más de 20 puntos de diferencia. Sólo Turquía les ha puesto en relativos apuros, pero no han resistido el ritmo durante todo el encuentro. En los cruces irán apareciendo rivales más complicados (su grupo era muy fácil) y habrá que ver realmente si son batibles o no. A priori, España es el único capaz de derrotarles (o como mucho Brasil).

Aficionados de Eslovenia

Pero de ese grupo también merece la pena resaltar su igualdad. Los norteamericanos llegaron a la última jornada como campeones de grupo, pero todos los demás tenían posibilidades de clasificarse para octavos. De hecho, se daba la circunstancia de que se enfrentaban los dos últimos, Nueva Zelanda y Finlandia, y era seguro que el ganador del partido pasaría de ronda. Los Tall Blacks lo lograron, aunque a punto estuvieron de desperdiciar una ventaja de 20 puntos. Pasan como cuartos. Los miles de finlandeses que han dado color a Bilbao sólo pudieron ovacionar a sus chicos, que por primera vez jugaban un Mundial. En el último choque, Turquía se hacía con el segundo puesto y relegaba a la República Dominicana al tercero. La Ucrania del legendario entrenador estadounidense Mike Fratello hace las maletas como los fineses.

El Grupo D presentaba duelos atractivos además de contar con dos equipos no muy habituales como México y Corea del Sur. En el último partido, los latinoamericanos aseguraron su pase, mientras terminaban de eliminar a los asiáticos, que se marchan del campeonato como único equipo sin triunfos junto a Egipto. También queda fuera Angola, la selección africana más competitiva, pese a ganar un último partido loco a Australia, con una remontada que levantó sospechas incluso en Las Palmas.

Los aussies han acabado terceros gracias al triunfo de Lituania sobre Eslovenia, que deja a los bálticos como líderes y a los balcánicos como segundos. De este modo, Australia evita a USA hasta semifinales (si llega). La victoria de los lituanos fue tremenda, con una remontada muy costosa, ganada ataque a ataque y defensa a defensa. Los eslovenos se echaban las manos a la cabeza. Si pasan de octavos tendrán delante a los estadounidenses.

Así las cosas, estos son los emparejamientos de octavos de final, que se disputan entre sábado y domingo:

República Domincana-Eslovenia: los caribeños tiene armas suficientes para competir con el equipo europeo, que iba fenomenal, pero que ha recibido su único revés en el final de la primera fase. El cruce en cuartos será ante el ganador del:

Estados Unidos-México: dos países que comparten de todo. Acabarán el partido tan amigos, pero ganarán los vecinos del norte.

Nueva Zelanda-Lituania: el equipo oceánico deberá tratar de intimidar a los lituanos con la haka, pero lo lógico es que después terminen bailando al son de sus rivales. Estos se cruzan con el ganador del:

Turquía-Australia: duelo de los más igualados. Todo apuntaría al equipo de Ergin Ataman como favorito, pero su irregularidad en el campeonato hace perfectamente posible que caigan.

Estos cuatro partidos se disputan en Barcelona. Los cuatro siguientes en Madrid.

Francia-Croacia: un partido muy disputado. Las muchas bajas de los galos pueden pasar factura, pero si su defensa no decae tendrán opciones de llevarse el partido, sobre todo si los croatas no muestran su mejor cara. El rival de cuartos saldrá del:

España-Senegal: aquí no hay ni dudas de quién estará entre los ocho mejores.

Serbia-Grecia: el típico enfrentamiento declarado de alto riesgo. La trayectoria de los griegos les da el papel de favoritos, pero el gen competitivo de Sasha Djordjevic en el banquillo no se puede obviar. Y se cruzarán con el vencedor del:

Brasil-Argentina: si esto fuera fútbol ya estaría liada. Siendo baloncesto, también huele a partidazo. Duelo de entrenadores argentinos. El juego interior brasileño es superior, pero el orgullo de la albiceleste es capaz de alterar el orden de las cosas.

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