La senda costera entre Cabo Mayor y la Virgen del Mar ha aflorado, además de las críticas al proyecto de Costas que ejecuta Dragados, la enorme distancia que hay entre los ciudadanos y las asociaciones de vecinos: unos piden la paralización de las obras y los otros simplemente modificaciones de algunos tramos.

Los primeros, ciudadanos, son los impulsores de la reunión celebrada este lunes, de la que ha salido la petición de paralización de las obras y una convocatoria de un paseo informativo el próximo domingo, a las 10 de la mañana, desde Cabo Mayor.

Tal y como han puesto de manifiesto, están alarmados por unos trabajos excesivos, que afectan entre otras cosas a la pedriza del Panteón del Inglés, en un proyecto que debería haber respetado más la senda natural, según estaba planteado.

Al encuentro convocado en el Hogar San Pablo asistieron un centenar de ciudadanos, a título individual o agrupados en colectivos, medioambientales como Ecologistas en Acción, Costa Quebrada o Centinelas Coastwatch Cantabria, y ciudadanos como Amigos de La Maruca, la Peña Luro o la Asociación Cambera.

También estaba en la reunión la Asociación de Vecinos (A.VV.) de Cueto, que intervino para afear a los convocantes que no hubieran invitado a las otras asociaciones de vecinos oficiales (Monte, San Román, etc.) y para reprochar a los grupos ecologistas que no estuvieran cuando ellos promovieron hasta un «funeral» por la desaparición natural del Puente del Diablo.

Un joven de Cueto, de unos 20 años de edad, intervino al final del acto para pedir a la presidenta de la asociación de vecinos, María José Pérez Solana, que aclarara cuál es su posición respecto a las obras de la senda costera.

Pérez Solana argumentó en varias ocasiones que el vallado que los colectivos consideran «excesivo» se ha construido para dotar de seguridad a la zona.

Un argumento que anula el propio Ayuntamiento este martes, en un comunicado conjunto con las AA.VV., en el que la concejala de Medio Ambiente, Isabel Tejerina, admite que los trabajos son «excesivos» en una zona que sólo tendría peligro en caso de imprudencia.

RECHAZO A UNA REUNIÓN «POLÍTICA»

La A.VV. de Cueto rechazó la reunión desde un primer momento, con prejuicios contra las organizaciones ecologistas o sobre una supuesta motivación «política» de la reunión. Sin embargo, no rechazaron participar, como finalmente ocurrió, aunque no quisieron figurar como organizadores en el cartel del la convocatoria.

La reunión no se desarrolló en la sede de la A.VV. Lo denegaron porque estaba programada una actividad deportiva – zumba-  para las 8 de la tarde del lunes.

Por este motivo, los organizadores se pusieron en contacto con el párroco que gestiona el Hogar San Pablo, en otro local de la A.VV., contiguo a la sede y que está arrendado para este centro de mayores.

Entre los reproches a los convocantes de la reunión contra las obras de ejecución de la senda costera, la Asociación de Vecinos de Cueto tomó distancia de la organización al considerarlo un acto «político».

Esta misma A.VV. criticó con dureza al anterior Gobierno, en noviembre de 2010, cuando desapareció por causas naturales el Puente del Diablo – por la erosión y los temporales de aquel otoño-.

Llegaron a organizar un «funeral» en el que cargaron fundamentalmente contra la administración de Costas del Ejecutivo Zapatero (PSOE) y contra el departamento de Presidencia del Gobierno regional – área PRC-, por el «abandono» del Puente del Diablo.

La Asociación de Vecinos de Cueto fue muy combativa también contra la decisión del anterior Gobierno regional (PSOE-PRC) de cerrar el consultorio de Cueto, en el marco de una reordenación de centros de salud por la cual derivaba a los vecinos de la zona al nuevo consultorio del Sardinero.

A partir de la reivindicación de la A.VV, el PP, entonces en la oposición, enarboló la promesa electoral de reabrir el consultorio de Cueto. Aunque llegó al Gobierno en 2011, no fue hasta marzo de 2014 cuando los populares reabrieron el consultorio. Una reapertura que es parcial, sólo 3 días a la semana durante 3 horas, sin que se haya vuelto a pronunciar la asociación.

Este martes, el Ayuntamiento de Santander ha enviado una fotografía de la concejal de Medio Ambiente, Isabel Tejerina (PP), con integrantes de las AA.VV. de Cueto, Monte y San Román, en una visita a las obras de la senda costera con el director general de la Demarcación de Costas en Cantabria, que tiene la competencia de las obras.

Integrantes de las AA.VV. de Cueto, Monte y San Román, con la concejala de Medio Ambiente, Isabel Tejerina (PP)

MODIFICACIONES VS. PARALIZACIÓN

En el comunicado institucional, el Ayuntamiento y los vecinos (el gobierno municipal se refiere en genérico a las asociaciones oficiales) instan a Costas «modificaciones» en tramos de la senda costera.

Así, el Consistorio  ya ha dado traslado a Costas, como entidad responsable de la actuación, de la urgencia de “modificar de manera inmediata todos los puntos en los que se ha actuado de forma excesiva, con mucha longitud de valla en varios tramos de la costa que sólo supondrían un peligro en caso de imprudencia”.

Tejerina ha puntualizado que “se debe actuar de forma rápida” y ha adelantado que “el Ayuntamiento ya ha acordado con los vecinos – las Asociaciones de Vecinos- una próxima reunión para, de forma consensuada, elaborar un informe que será enviado posteriormente a Costas indicando sobre el plano todos los puntos donde es necesario intervenir”.

Por su parte, el PSOE en el Ayuntamiento de Santander ha enviado otro comunicado en el que pide la «paralización inmediata» de las obras, que su portavoz, Judith Pérez Ezquerra, considera una «aberración».

También el portavoz municipal del PRC, José María Fuentes-Pila, ha criticado las obras porque «suponen una destrucción del patrimonio natural de todos los santanderinos, contaminando el ecosistema y ocasionando una clara alteración visual y paisajística de la zona».

Tanto Pérez Ezquerra como Fuentes-Pila asistieron a la reunión ciudadana del lunes en el Hogar San Pablo y hacen suya la petición de «paralización». También estuvieron presentes portavoces de Equo, Sara Gómez y Raúl Reyes, o de UPyD, Iñigo Velasco.

Los ciudadanos movilizados mantendrán reuniones en las próximas horas, con especialistas en medio ambiente y abogados, para pedir la «paralización» de las obras.

Paralización versus «modificaciones» en algunos tramos, que es lo que pide el Ayuntamiento parapetado en las asociaciones de vecinos oficiales.