Bien, por aquí volvemos. De entrada daros a todos las gracias por la buena acogida que ha tenido ‘Los 12 mejores albariños‘. Pensé que iba a ver más polémica y comentarios del tipo “yo habría puesto uno u otro”. Pero en esta sociedad nos cuesta mucho comentar, aunque nos guste. Luego me encuentro con alguno que dice: ¿Oye, por qué no has puesto el vino ese de…? Y mecionan alguna marca conocida. También me llevo la grata sorpresa de saber que un amigo ha llevado la lista a una buena vinoteca de la ciudad y le ha pedido los 12 vinos. Eso es que confían en este loco friki. Detalles de esos gustan, la verdad.

Así que para esta vez incluso me he atrevido a maridarlo con un plato, y este maridaje os puedo garantizar que es genial, dado que así los hemos probado mi mujer Ana y yo.

Vale, fuera el rollo y a lo que vamos: a contaros los vinos que tomaría yo este otoño. No me podían salir 10, parece que tengo ese número un poco trabado porque me han salido 11 entre blancos, tintos, rosados y cavas. Como siempre, por orden alfabético:

Tinto Baltasar Gracián Viñas Viejas 2012: Os podía decir mucho de la cooperativa San Alejandro, la creadora de este gran vino, pero voy a contaros una pequeña historia, dado que sabéis que soy más de anécdotas que de aromas y sabores. Hace ya unos cuantos años que estábamos en Santiago de Compostela comiendo en el gran restaurante de Toñi Vicente. En pocos locales hemos disfrutado como en este que, por desagracia, ya ha desaparecido. Recuerdo como si fuera hoy: El summiller nos ofrece tomar un vino recomendado por la revista The Wine Advocate, o sea el de las plumas, el tan famoso Parker. Dijo que relación calidad precio era de lo mejor que había probado en muchos años. Y qué razón tenía, 18 años después este vino me sigue sorprendiendo añada tras añada. Garnacha tinta de bebida fácil que espero disfrutéis como yo cuando me llega una botella. Este os aconsejamos acompañarlo de un cocido lebaniego. De verdad que vais a entrar en calor muy gratamente.

Blanco Casal de Armán 2013: Y llegó una de las zonas de blancos que más me gusta de España. Creo que uno de los próximos artículos serán los ribeiros que más me gustan porque los hacen realmente ricos. Olvidaos de esos que servían antes en las tazas. En aquella época lo hacían para que las cooperativas sacaran todo el vino que producían (y no era poco) casi como ahora hacen Rueda y Rías Baixas, que embotellan líquidos casi imbebibles y así luego venderlos en las barras del país, para que la gente pida un Rueda, Verdejo, Albariño, y su estómago se encienda por la acidez. Pero en fin, ese es otro tema. Para mí este blanco es el que mejor relación calidad precio tiene y envejece de vicio. El año pasado tomé un 2006 y aún estaba vivo. Si tenéis suerte de encontrar añadas anteriores (la 11 por ejemplo) no dudéis en disfrutar de un blanco espectacular. A partir de aquí contadnos vosotros la nariz, color y aromas que encontréis. Esto lo maridamos, pero en la bodega. Con Juan Luis y su difunto padre Pepe. No nos podemos olvidar de ese fin de semana maravilloso y del restaurante al que fuimos a comer los 5 que junto a unas Anguilas fritas nos pispiamos 3 botellas y pico. Ahí es na.

Tinto Carroleón Petit Verdot 2008: Fue un inolvidable fin de semana con unos buenos amigo: Mónica, su marido Mateo de Fotografía Pérez Herrero y su hijo. Nos fuimos a León, a Veguellina de Órbigo. Comimos y cenamos de vicio, en un curioso y espectacular lugar: La Venta del Perro. A esto me refiero cuando hablamos de sentimientos, de emociones. Te encuentras bien, comes bien, y encima la compañia es buena… El vino llega entonces a nieveles de plenitud. Este Carroleón como veis está elaborado 100% con Petit Verdot. Como apunte curioso: en Francia se encuentra sólo en Burdeos, dado que es una uva que tarda en madurar. Por España cada vez son más las zonas donde se produce y da vinos que merecen mucho la pena. Este vino no es fácil de encontrar y mucho menos su maridaje pero con una sopa de truchas está de vicio. ¿O eran truchas con sopa? ¿Tú qué crees, Mateo?

Tinto Juan Gil 12 meses del 2012: No me cansaré de repetir que esto del vino es emoción, sentimiento y es que esta bodega nos conmueve. Nos encantan todos sus vinos y qué no decir de su otra bodega El Nido… Una pasada. Pero es que es encontrarse con Caravaca, su representante y charlar y charlar durante un rato largo mientras nos bebemos gustosamente una botella. Vino que viene de Jumilla, donde el sol acaricia la uva para que entre en bodega con 15ºC. Y esta gente con su saber hacer y su manejo del acero y de la barrica consiguen suavizar y hacer longevos sus vinos, y este en particular para demostrar que la monastrel es una uva que sirve para mucho más que dar color y estructura. Una uva con potencia, con cuerpo, con toques dulces, dado que se vendimia al límite de maduración. Un vino realmente para disfrutar y que encontraréis si problemas por nuestra región. Para beberlo le sienta de maravilla un plato de cuchara que está espectacular: Garbanzos con pulpo. Probadlo y contadnos.

Tinto El Primavera 2012: El vino misterioso, que es y no es. Me explico: No es un vino joven porque tiene 3 meses de barrica y después un tiempo de hormigón hasta que ensamble. No es un vino de crianza, porque la D.O. marca que mínimo son 12 meses de barrica. Y si fuera un vino joven al cabo de un año moriría. Pero este vino con el tiempo va a más, mucho mejor que los clásicos crianzas. Tengo guardadas botellas desde el 2008, y os aseguro que es un vino mucho más serio de lo que en principio aparenta. Vino que viene de la tierra, de Labastida, en una bodega en la que la tercera generación lleva el timón y lo están haciendo espectacularmente bien. Dar un abrazo a Rodrigo, Carlos y su padre Fidel es sentir la fortaleza de manejar la greña para podar, de remover la tierra para luchar contra las inclemencias y de espaldas fuertes hasta para aguantar las envestidas que el banco les mete de vez en cuando. No hay muchos locales que lo tengan en Cantabria, creo que sólo dos. Uno de ellos el Grupo Sardinero, donde podéis disfrutar de este vino misterioso, y qué mejor que con unas Alubias y sus sacramentos, que es lo que la madre de Carlos y Rodrigo suele hacer cuando las visitas llegan a la bodega.

Rosado Elanio 2012: María Luisa Cuevas es la creadora de unos de los mejores rosados de España y también hace unos tintos maravillosos dentro de la D.O. Ribera del Duero. Muchos habréis probado su A0 o su Ferratus. Sin lugar a dudas su vino estrella es el Ferratus Sensaciones, sobre todo su añada 2006, ese que ella y yo llamamos un vino sexual. Pero hoy toca hablaros de su rosado Elanio, con 6 meses de barrica, lo que le hace envejecer muy bien. Y es que cuando las cosas se hacen como tiene que ser nos tenemos que olvidar de que el vino es de año, incluso el rosado del que como veis os traigo la añada 2012, que es de las que más nos han gustado. Me quedan muy pocas botellas pero la tempranillo en la Ribera del Duero no sólo es para tintos como podéis ver. Me encanta su color, pero la nariz es sublime, a chupa-chups de Koyack, ¿os acordáis de ellos? A eso huele este vino que tomado con una Pasta fresca a la carbonara es un placer de Baco, ¿o era sexual?

Tinto Fusco Edición especial Floreano 2012: No podía dejar de traer un tinto gallego. Los que me conocéis bien sabéis que para mí es una de las zonas de España donde están haciendo cosas que tener muy en cuenta. Con este vino repito bodega de las que puse en los albariños. Me refiero a Albamar. En aquella ocasión hablé de su Moncha. Hoy os traigo su compañero (ya que que el gran ilustrador Gogue es el artífice de los personajes Moncha y Floreano). Y Xurxo le sigue el juego. El primero, gran dibujante y el segundo, mejor bodeguero. Mencía 100% con unos aromas especiados maravillosos, este vino huele y sabe a mencía, como debe ser. Sin disfraces. Y como diría un buen amigo, cuando la botella coge oxígeno, con cada copa que tomas te entran ganas de tirarte “a rolos” por el suelo de gusto. Y si encima lo acompañas con unas lentejas estofadas vegetales, aún mejor.

Blanco Nice To Meet You 2012. Ya que estamos de repetir bodega, sigamos. En esta ocasión vuelvo a hablar de un vino de Ramón Blanco. Algún día conseguiré que me haga caso y meta esa treixadura que tiene sobre las lías y las deje 24 meses en acero con battonages periódicos. Estoy convencido que saldrá un vino para llegar a la plenitud. Mientras tanto, él investiga y con este Nice to Meet You le da por hacer un homenaje cada añada a una ciudad. En este 2012 lo hace con Sevilla. Tiene un coupage de 40% albariño de cepas de 10 años, 40% godello y 20% de treixadura de más de 50 años en ambos casos. Con la treixadura y godello vendimia al límite de la botritis. Vinifica las uvas por separado para luego dejar la treixadura y la godello 2 meses en sus lías y nos da un vino para tomar dentro de un par de años. Beber este vino ahora es un infanticidio, habría que dejarlo dormir ese tiempo para que nos de toda su energía y nos cuente muchas cosas de este loco asturiano casado con una gallega y ya afincado en Santiago. Espero que un día podamos compartir este vino. Para ese momento Ana se apunta a hacer unas Vieras a la Gallega y él… que ponga el vino. ¿Vosotros que pensáis?

Cava Freixenet Reserva Real: No podía faltar un cava en estos vinos para el otoño. Para mí hablar de este cava es mucho más que hablar de una familia vinculada a Santander. Es hablar también de su delegado Higinio. Un gran hombre y amigo. ¿Quién en esta profesión de Cantabria no conoce a Higinio el de Freixenet? Aprovecho para agradecerle esos ratos de barra, esas charlas, esos momentos de aguantarme, de escuchar, de estar, de acompañar, y si encima es con una copa de este gran cava, para mí es un placer. ¿Hay cavas mejores? Por supuesto. Esto es como la selección de fútbol: cada uno tendría sus 11 vinos de otoño. Cada vez que lo tomo en casa con un plato de huevos caseros, patatas fritas y morcilla pienso en mi amigo el Chocheruca. ¿Color y demás? Qué más da si detrás de la copa está siempre su sonrisa…

Cava Tutusaus: Tengo pendiente conocer esta bodega, como otras muchas, la verdad. Pero me considero con suerte por poder hablar de vez en cuando con Fer. No sé si es alto, rubio, delgado… Me da igual. Sé que cuando hablamos siempre hay risas. Sé que hace un cava que estará entre los grandes dentro de no mucho y da muchas vueltas a alguno de ellos y, encima, en carta no llega a los 20€. Una panadería y mantequilla que te envuelven y te llevan directamente al obrador donde hacen esos bollos de leche. Burbuja fina, suave, como terciopelo en el paladar. Un cava del que una botella entre dos sabe a poco, que tendría que venir en litro en vez de 750 Cl. Un cava con el que a cada trago María y Nico, de Scott Henry (en Madrid) vienen a mi mente y me recuerda dos momentos maravillosos. Sobre todo aquella tarde en eso que llaman “la playa de Madrid”. Y es que el vino hace esto, te transporta, te hace navegar por los valles de la imaginación. Y cuando el recuerdo es de un amigo ¿qué más se puede pedir? Y llegar a casa después de un día duro de trabajo y que Ana tenga una botella de este Tutusaus a la temperatura perfecta, que no es los 5ºC, sino los 10ºC y un plato de Wok de verduas con ramen te hace sentir alguien muy especial.

Vino Tinto Viña Regueiral 2010: No lo he podido evitar. Os traigo otro tinto de la Ribera, pero no la del Duero, sino Ribera Sacra. Galicia y sus mencías. Repito D.O. sí, porque creo que Juan y los Sílice Viticultores hacen una labor genial. Pendientes de más de 45º, para ir a por la uva. ¡Si parece que te vas a caer al río! Otro vino misterioso, entre nuestro círculo de Frikis del vino. Lo llamamos “un borgoña en la Ribera Sacra”. Quizá otro artículo podría ser “Mis tintos Gallegos”. Ya veremos qué opinan Oscar y Guillem. Si esto sigue adelante podría ser. ¿Y por qué digo misterioso? Porque no tiene nada de madera, es pura mencía, al depóstito de acero y luego a la botella. Y es en esta botella donde envejece de forma espectacular. Como veis os traigo el 2010, no 2013 que ya casi está agotado en bodega. Disfrutad de una fruta dentro de multitud de aromas incluyendo una pimienta genial. Un vino de amigos para amigos. Un vino gallego para una gran comida gallega: tortilla estilo Betanzos, zorza y pimientos del Couto. Sin lugar a dudas Galicia Calidade. Gracias una vez más a Juan y Carlos por haberme presentado a este vino misterioso.

Un placer compartir con vosotros emoción y sentimiento, que es lo que el vino tiene que transmitir. Y si os parece bien y a El Faradio también, en breve escribiré algo más.

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