Firma de la operación de compraventa del Racing en 2011. De izquierda a derecha, Ali Syed, Francisco Pernía y Jacobo Montalvo.

El expresidente del Racing de Santander, Francisco Pernía, está expulsado del Partido Popular de forma oficial, por comportamientos “no éticos”  al frente del club verdiblanco, que si bien es una entidad privada tiene un “marcado componente público”.

Así se recoge en una resolución del PP de Cantabria fechada el pasado 15 de abril, que resuelve el expediente iniciado el 31 de enero de este mismo año – el día después del plante del Racing en la eliminatoria de Copa del Rey contra la Real Sociedad-, según ha podido saber El Faradio.

Francisco Pernía ocupó la presidencia del Racing entre 2006 y 2012, pero todavía a comienzos de 2014 seguía manejando los hilos como presidente en la sombra, junto al abogado Juan Antonio Berdejo, como hombre de paja Ángel Lavín, Harry, y una serie de colaboradores que fueron recibiendo el rechazo social del #fuerachorizos del Sardinero, en el intento del #SOSRacing.

En política dio sus primeros pasos en Cóbreces, como alcalde de Alfoz de Lloredo. Pero no es hasta diciembre de 1990 cuando accede a la primera línea, nombrado consejero de Industria del Gobierno de gestión de PSOE, PP, CDS y PRC, hasta las elecciones de junio de 1991.

Como buen superviviente de la política, se agarró a la misma consejería hasta mayo de 1995, con el siguiente Gobierno fruto del pacto entre Hormaechea (UPCA) y el PP. Un pacto inesperado, tras la ruptura de Hormaechea con el PP y cuando el partido más votado en aquellas elecciones del 91 había sido el PSOE de Jaime Blanco.

Pernía había llegado al Gobierno como secretario general de la gestora del PP que presidió José Luis Vallines. Pero después no vuelve a un cargo público, tras la renovación de la cúpula de los populares cántabros, en 1995, cuando Gonzalo Piñeiro y Carlos Sainz acceden a los mandos de Joaquín Costa.

El acceso a la presidencia del Racing se produce una década después, en 2006, cuando culmina la operación de compra-venta de Dumviro, de la mano del Gobierno de Cantabria de coalición PSOE-PRC.

EL TRÁMITE DE EXPULSIÓN

El asunto Pernía se ha tramitado en el Comité de Derechos y Garantías del PP de Cantabria, que protege los derechos fundamentales de todos sus militantes. Por este motivo, explican fuentes del partido, no se ha hecho pública la expulsión (aunque sí se comunicó en su día la apertura del expediente).

Al mismo tiempo, los estatutos del PP de Cantabria exigen un “comportamiento ejemplar” tanto en la vida pública como privada, ámbito en el que se circunscribe la actividad por la que Pernía ha sido definitivamente expulsado (expresidente del Real Racing Club de Santander Sociedad Anónima Deportiva).

Y aunque el PP cántabro siempre ha querido dejar claro que la presencia de Pernía en el Racing no ha sido en representación de la formación política, el “componente público” – y también el dinero público que ha gestionado- ha llevado al PP a adoptar la decisión de expulsar de Joaquín Costa a su exsecretario general.

LAS HORAS DECISIVAS PREVIAS AL PLANTE DE LA COPA DEL REY

La expulsión de Francisco Pernía del PP comenzó a fraguarse en los movimientos previos a la noche copera del jueves 30 de enero en los Campos de Sport de El Sardinero, previa de la Junta de Accionistas del 31 de enero en la que Harry, Pernía y su abogado de cabecera, Juan Antonio Berdejo, querían atar el control del club.

Todo formó parte de la estrategia, en un principio para recuperar el control del Racing, del Grupo Consejeros, con el economista José Gabriel Sainz de la Maza, exauditor de CEP Cantabria y el abogado Ignacio Arroyo al frente, una vez que se hicieron con el poder de representación de WGA, la empresa de Ali Syed que en ese momento ya estaba administrada judicialmente.

Una batalla que tuvo dos frentes: por un lado, debían convencer al entrenador, Paco Fernández, y a los jugadores, para que aguantaran fortísimas presiones de la Federación (RFEF) y la Asociación de Futbolistas (AFE) y se plantaran en el campo: que se negaran a jugar con el foco mediático del planeta en El Sardinero.  Y lo consiguieron, en el Hotel Ciudad de Santander, antes del telediario.

Las fotos con Pernía no le hacían ningún bien a Ignacio Diego.

Al mismo tiempo, Sainz de la Maza e Ignacio Arroyo tenían que atar la operación jurídica. Y ahí se enmarca una petición expresa al presidente del Gobierno de Cantabria, Ignacio Diego. Debía contactar con su homólogo valenciano, Alberto Fabra, y pedirle que presionara a Manuel Broseta, el secretario que Pernia y Berdejo habían elegido para controlar la Junta del día siguiente, el 31 de enero.

Broseta, heredero de un prestigioso despacho de abogados en Madrid, es un hombre muy cercano al PP valenciano y no quiso arriesgar sus aspiraciones políticas. Fabra hizo caso a Diego y Broseta a Fabra, para desistir como secretario de la Junta del Racing que habían planeado Pernía y Berdejo (y Harry).

Quedaba otra petición al PP de Cantabria, importante para visibilizar el rechazo unánime de la sociedad cántabra a los personajes que tenían secuestrado el Racing y para recuperar el control del Racing: expulsar a Pernía del PP, donde era «militante de base” como expresaron los populares en un comunicado la tarde del jueves 30 de enero, antes del plante de la Copa.

El resto ya se sabe: Harry, acorralado, suspendió la Junta del 31 pero un juez autorizó su celebración y el racinguismo consiguió la llave de la Preferencia Sur, donde el administrador judicial holandés de WGA, Onur Arslan, dio el visto bueno a aquel Consejo de Administración del racinguismo que presidiría Tuto Sañudo, el único que queda en la actualidad – porque luego ha habido de todo-.

Lo que no se sabía era la resolución efectiva, con fecha 15 de abril, del expediente de expulsión de Francisco Pernía del Partido Popular de Cantabria.