||por  MADA MARTÍNEZ||

La película El Rayo documenta un pedazo de la vida de Hassan Benoudra que transcurre a una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora, la que puede alcanzar un tractor Massey Fergusson 165 del año 1970.

Es un pedazo de vida crucial, se trata de su viaje de vuelta a casa, a la localidad marroquí de Beni Mellal, después de trece años trabajando en el campo manchego, en la construcción o en la venta ambulante.

Y también es un pedazo de vida increíble, casi onírico, porque Benoudra vuelve a casa a su manera, ha decidido recorrer los casi 2.000 kilómetros que separan Cózar (Cuenca) y su pueblo a lomos de ese tractor Massey Fergusson de segunda mano, que ha bautizado como El Rayo y ha pintado de rojo, una adquisición que consume y resume los ahorros de estos años de trabajo. «Ya he cerrado el trato. No puedo más. Me vuelvo a casa».

EL RAYO – Teaser (VOSE) from EL RAYO on Vimeo.

Esta pequeña gran odisea se ha convertido en una hermosa road movie gracias al olfato cinematográfico de los directores Francisco Araújo (Vigo, 1980) y Ernesto de Nova (Elche, 1980), quienes, una vez enterados de los planes de Benoudra (Hassan quería comprar el tractor a una tía del realizador ilicitano para volver a su país), decidieron seguirle en este viaje.

Y arrancaron el tractor y el proyecto, y convirtieron a Hassan en protagonista, y apostaron por hacer «cine de lo real». «Hay muchas cosas ficcionadas, y muchas otras que son pura realidad. La intención siempre fue que estuvieran todas en el plano real (…). Para nosotros la película es una ficción con mucha realidad, con lenguaje documental, si quieres».

De este modo, Araújo y De Nova rodaron ese pedazo de vida en movimiento, lo convirtieron en un relato, y luego lanzaron al mundo.

La película se presentó oficialmente en la sección Nuevos directores del último Festival de San Sebastián.

Desde entonces, ha circulado por salas de proyección y muestras nacionales e internacionales (Dubai, Róterdam, Goteborg, Cartagena de Indias, Nantes, por citar algunas).

Durante la primera mitad de diciembre, se ha proyectado en Cantabria, en las sedes de la Filmoteca regional en Ramales, Santoña, El Astillero, Torrelavega. Vioño, Cartes, Solares, Laredo, Reinosa, Los Corrales y Bezana. Hoy, a las 20.00 horas, es el último pase en Maliaño.

RODAJE NÓMADA

El Rayo se presenta como una historia vibrante, que transita de lo íntimo a lo universal, que habla de expectativas cumplidas y no cumplidas, de lo que significa emigrar y regresar a casa, de vivir y sobrevivir, de imponer un ritmo propio a la vida.

También revela el potencial de sus dos directores, que se estrenaban al mando de un largometraje y que hicieron de su opera prima la película que llevaban tiempo «esperando hacer», y revela los retos que entraña apostar por un proyecto en constante movimiento, que ha de ser permeable a la contingencia, apostar por un «rodaje nómada».

«Rodamos durante cuatro semanas, aunque únicamente fueron 21 días de rodaje. Esas cuatro semanas las dividimos en tres partes, separadas entre ellas por varias semanas. (…) Rodábamos de una manera bastante cronológica. El rodaje empezó en Ciudad Real y terminó en Marruecos», explica De Nova.

«En nuestro caso, hay que añadir que éramos una película muy pequeña, con un presupuesto muy limitado y con pocos días de rodaje».

Al desafío de trabajar en movimiento se sumó el de la financiación. «Nosotros éramos tan inconscientes que estábamos dispuestos a hacer la película fuera como fuera. Pensábamos incluso coger a cinco o seis amigos, unas cuantas cámaras y lanzarnos a la carretera. El caso fue que, a medida que fuimos recibiendo algunas ayudas a la financiación, pudimos organizar un rodaje, pequeño, pero con todas las garantías y, sobre todo, contando con el equipo que nosotros deseábamos».

Con la película montada, hubieron de afrontar un último lance: «Todos los “flecos” finales se hicieron interminables, parecía que la película nunca vería la luz. Incluso nos quedamos sin dinero y tuvimos que acudir a un foro de coproducción para proyectos ya desarrollados».

El RAYO. Trailer (subtítulos en español) from EL RAYO on Vimeo.

Luego El Rayo se echó a los circuitos cinematográficos con un objetivo ante el espectador: «Lo único que esperamos es que la gente pueda acercarse a verla y pueda disfrutar de esta historia concreta contada de esta manera concreta», resume De Nova. La historia de Hassan Benoudra, que ahora hace surcos en la tierra de Beni Mellal con su tractor Massey Fergusson.

Ha cosechado numerosos premios (entre otros, a la Mejor Película en los festivales de Alicante, el Primavera do Cine de Vigo o el de Nuevo Cine Andaluz de Casares).

«Llevamos más de un año girando», continúa el Ernesto de Nova, «ya nos quedan pocos festivales más y esperemos que algunas proyecciones más por España. La película ya nos ha dado muchísimas cosas y ya va llegando la hora de pasar página». Quizá vuelva ser reconocida en los Goya. ¿Y qué momento vive el cine español? «Lo que creo es que cine español vive un momento de creatividad brutal y nos empeñamos en ocultarlo».

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