La innovación y la creatividad son dos puntos fuertes a tener en cuenta a la hora de querer vender tu negocio. Posicionar la marca, promocionarla con todas las herramientas posibles (físicas y online), diseñar una identidad corporativa y cuidar al detalle el espacio físico donde se vaya a realizar la actividad empresarial.

Son cuestiones vitales en el mundo comercial, sobre todo cuando se quiere competir con los crecientes negocios online. Por ello cada vez hay más empresas dedicadas a dar una imagen global a los negocios, de modo que los clientes puedan vivir su experiencia con ellos de un modo activo y real.

Para ello llevan a cabo un estudio exhaustivo del proyecto aplicando su creatividad y conocimiento de nuevas tendencias del mercado, así como del comportamiento del consumidor. De este modo consiguen averiguar los deseos del cliente y lo que cada negocio necesita para conseguirlos.

Oh La Vache es una pequeña empresa que está formada por profesionales del marketing y la comunicación, del diseño gráfico y de interiores. Ahora han decidido implantar sus innovadoras ideas en Santander, ciudad en la que muchos comercios se encuentran en un futuro incierto por el fin del periodo de las rentas antiguas.

La crisis económica ha colaborado a que no haya dado tanto margen para prepararse para el previsible fin de la moratoria de veinte años que la Ley Boyer impuso en 1994 para actualizar las rentas. Muchos negocios no conseguirán afrontar los nuevos precios de alquiler.

LA FORMA DE COMERCIO HA VARIADO

Y es que, además de la interminable crisis económica, en los últimos años ha variado por completo esta forma de comercio tradicional. El consumo ha descendido notablemente y los consumidores presentan un nuevo comportamiento a la hora de comprar.

Tradicionalmente el cliente entraba en la tienda en busca de un producto concreto que solo se vendía allí. No importaba demasiado el entorno físico, las capacidades del vendedor ni el servicio post venta.

Hoy todo ha cambiado. Prácticamente no existe la exclusividad, y casi todas las tiendas ofertan los mismos productos. Además, ha surgido una nueva competencia: Las tiendas online. Los clientes son más exigentes, comparan más y conocen más los productos y lo que deben esperar de ellos.

En Oh La Vache consideran que el tener una tienda física debería usarse como una ventaja comercial, y no como un lastre como sucede en la mayoría de los casos. Habituándose, o incluso adelantándose a los tiempos y los nuevos hábitos de compras, los comercios pueden conseguir grandes beneficios. Y es que no debe menospreciarse la atención personalizada y el trato directo con el cliente en un mundo donde cada vez las transacciones son más impersonales.

También se puede sacar ventaja del entorno físico para incentivar al cliente a entrar en la tienda y consumir. Una decoración emocionante y novedosa, unas promociones sugerentes, y una buena interacción en las redes sociales pueden ser elementos fundamentales que destaquen a una tienda por encima del resto.

Además, contando con una sede física es más sencillo crear una marca o branding. Y es que la impresión que se lleva el cliente al entrar a una tienda deja ver quiénes son sus propietarios, qué hacen y cómo, en qué se diferencian a los demás negocios y por qué la clientela debería fidelizarse. Y para ello es necesario tanta una buena decoración como un trato exquisito.

Y este trato exquisito no solo debe ser antes de la compra, sino también en el servicio post venta. El cliente busca la resolución de problemas, y la reacción en ese momento será vital para fidelizarle, y conseguir que vuelva en el futuro.

Y a esto es a lo que se dedican empresas como Oh La Vache, quienes quieren cambiar las obsoletas formas de llegar al cliente que existen en la ciudad. Un cambio importante en un mundo cada vez más competitivo que necesita por completo de ayuda profesional.

Custo Barcelona en Milan. Por Oh La Vache Studio