Los jóvenes estudiantes de la Universidad de Cantabria (UC) afectados por el escrache al presidente Ignacio Diego, que tuvo lugar en la Casa del Estudiante de la UC el pasado febrero, han decidido formar una Plataforma.

La Seguridad Privada la UC negó el acceso a los manifestantes crítica al evento público.

Con el logo CÁNT y CAST, y bajo el lema #PreguntarNoEsDelito, los jóvenes se han unido con la intención de “difundir lo que realmente ocurrió aquel día, defender el derecho a la Educación Pública y denunciar el montaje policial/judicial que pretende castigar su rebeldía”.

ESCRACHE EN LA UNIVERSIDAD

Los hechos ocurrieron el pasado 17 de febrero, cuando Diego acudió al primer acto del ciclo ‘Tengo una pregunta para usted’, invitado por el Consejo de Estudiantes de la Universidad de Cantabria (CEUC). En este acto, Diego, tras una breve intervención, habría de someterse a las preguntas de los alumnos presentes.

La sala donde Diego acudió al acto quedó prácticamente vacía.

Pero la Casa del Estudiante quedó más bien vacía, con más prensa que estudiantes, y con militantes de las Nuevas Generaciones del PP arropando a su líder.

La verdadera noticia estuvo en la calle, donde un grupo numeroso de estudiantes, convocados por la Plataforma EDUP, se manifestaban en contra de los recortes y contra la política educativa del PP.

A estos, la seguridad privada del edificio de las Tres Torres de la UC prohibió el acceso al acto pese a que supuestamente estaba abierto a todo el alumnado que quisiera participar en las preguntas a Diego. Algunos señalaron como responsable de esto al presidente del CEUC, Carlos Fernández.

El ambiente se caldeó hacia el final del acto, en el que hubo agresivos enfrentamientos entre algunos estudiantes y la escolta personal de Diego. Y es que, al darse cuenta de que el presidente pretendía abandonar el edificio por las puertas traseras, los estudiantes se trasladaron al aparcamiento y trataron de impedir el paso de los coches oficiales.

A raíz de esto, los escoltas de Diego y la seguridad de la UC les hicieron retroceder a empujones. Marcos Martínez Romano, militante de Regüelta, denunció a EL FARADIO que uno de los escoltas había propinado un puñetazo en la cabeza, por la espalda, a un manifestante, y a continuación un “bofetón en la cara” al otro”.

A raíz de ello los estudiantes rodearon a los agentes de seguridad pidiendo explicaciones y crispados por las agresiones. Cuando llegó la Policía Nacional, en vez de identificar al escolta como exigían los manifestantes, tomaron los datos de otro activista estudiantil, concretamente de Cantabria No se Vende (CNSV).

Desde la nueva Plataforma los estudiantes confirman que cercaron a los escoltas, según ellos sin que hubiera “ni un conato de agresión física hacia ellos”. En su opinión, esa es la prueba de su carácter no violento. “Si hubiéramos querido, hubiéramos podido agredirles. Pero no, no lo hicimos”, aseguran.

DIEZ IMPUTADOS

Los sucesos de aquel día han desembocado en un proceso judicial en el que han sido imputadas diez personas, bajo los cargos de “presuntos delitos de coacciones o daños”, que conlleva posibles penas de seis meses a tres años de cárcel o multas de 6 a 24 meses, dependiendo de la gravedad que suponga la sentencia.

A raíz de las agresiones de los escoltas se vivieron momentos de gran tensión entre la seguridad y los manifestantes.

Tal y como declaró EL FARADIO el pasado mes de junio, cuando comenzaron a llegar las primeras citaciones, ese día solo hubo una identificación durante el acto. Por lo tanto, la  posterior identificación ha podido determinarse en base a las fotografías y vídeos que aparecieron en la prensa regional esos días.

Las agresiones, cometidas por la escolta del presidente cántabro, fueron omitidas en las declaraciones instituciones, y solo se declaró que se habían vivido momentos de “peligro real”.

«CRIMINALIZACIÓN ORQUESTADA»

Desde la Plataforma han denunciado que los sucesos de aquel día han sufrido una “criminalización orquestada por parte del poder político en determinados medios, con la intención de darle la vuelta a lo realmente sucedido”.

Por ello han creado la Plataforma, buscando el apoyo y solidaridad de quienes, en su opinión, “defendéis la verdad, la democracia, la libertad y la Educación Pública”.