Hay un mecanismo de la evolución que hace que los animales, para destacar en entornos ya suficientemente vistosos como la selva, tengan colores más vivos. Sí, se trata de llamar la atención. Y sí, el objetivo es reproducirse. O sea, sobrevivir frente a los demás.

Y sí, los humanos hacemos lo mismo. Y no, no hablamos de adolescentes o divorciados buscando pareja en bares.

El FITUR de los disfraces…

Seguimos hablando de FITUR, la Feria Internacional del Turismo, una pequeña reconstrucción del planeta, con su café de Colombia y sus mojitos cubanos.

Y con sus trajes y disfraces: desde el traje cordobés de las azafatas de Andalucía hasta el pato Lucas y Bugs Bunny promocionando la Warner (el parque de atracciones), pasando por las capas de los cofradías gastronómicas cántabras.

O sin ellos: si el año pasado llamaron la atención las protuberancias de las azafatas tumbadas en las arenas de Melilla, en esta edición Canarias desplazaba por los pasillos a dos chicos con un minúsculo bañador.

Pero hay una parte menos vistosa en FITUR, y también se fundamenta en la necesidad de sobrevivir.

Porque tan primario como la reproducción es el instinto del negocio.

Y hay selvas en las que mejor que llamar la atención es ser discreto y adaptarse al entorno.

TIEMPO DE NEGOCIOS

…y el FITUR de los trajes

Está el FITUR de los trajes, el que se mueve sobre todo en el pabellón de empresas, en una pelea de gigantes en la que tratan de meterse los más pequeños, los que vienen a la feria también con el traje enfundado, los dossieres de su proyecto listo, y tirando de Twitter para localizar gente y hacer contactos.

Iberia, Paradores Nacionales y Hoteles Meliá muestran su poderío con grandes stands.

Por los pasillos se estrechan manos y se habla al estilo ejecutivo, con un pinganillo en la oreja que permite tener las manos libres para gesticular mucho.

Eso son los grandes clásicos (hoteles, viajes), pero también hay empresas que tratan de abrir nuevos mercados valiéndose de las nuevas tecnologías (paradójicamente, en un IFEMA en el que el wifi no funcionaba). Evolución natural para sobrevivir.

Ipads en los hoteles que centralicen la información y que traducen las peticiones del cliente al establecimiento (el huésped hace una pregunta en chino y el conserje recibe el mensaje en su idioma), centrales de reservas para que las empresas del sector reduzcan costes (es tiempo de crisis, y a la necesidad de emprender se ha sumado la necesidad de ahorrar), o productos que tratan de satisfacer nuevas necesidades de consumo, como el ansia voraz de tener acceso a Internet.

Igual que los animales, evolucionado para seguir adelante y sobrevivir en la selva del turismo.

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