Hepatitis C. Hay tratamiento, no hay voluntad
La movilización en las calles disminuye. Unos lo atribuyen a la recuperación económica (nota: cada año, desde Zapatero hasta De Guindos, han anunciado una recuperación que no sólo no llegaba sino que se alejaba). Otros creen que el posible cambio de gobiernos tras las elecciones de 2015 ha causado un efecto sedante en la población, haciendo que la gente espere en su casa la llegada del cambio y las soluciones. Y otros, siguen en la calle, porque les «queda garganta, puño y pies», porque no pueden esperar ni a la recuperación económica ni a las urnas. Algunos de ellos quizá no tengan tanto tiempo, como los enfermos de Hepatitis C. No por falta de tratamiento, sino por falta de voluntad (política).
La situación dramática de estos enfermos les llevó a la creación de la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C (PAHC) a nivel estatal y en los diferentes territorios del Estado reclamando un tratamiento que se les niega por motivos económicos, los cuales, se desmontan por sí solos si se compara lo que cuesta el tratamiento (la combinación de los antivirales Sovaldi y Olysio cuesta unos 50000 euros durante 12 semanas, siendo más efectivo si se administra durante 24) con el trasplante de hígado (por ejemplo, 86.485,13 euros, según la Consejería de Sanidad de Cantabria o 72.495 euros según la Consejería de Sanidad de Madrid, sin contar los añadidos de medicamentos, seguimiento, etc.). En cualquier caso, nunca el coste económico puede imponerse al coste humano. De primero de ética.
La movilización llevada a cabo por esta plataforma pasa por manifestaciones, concentraciones, charlas o encierros, como el que los enfermos de Hepatitis C han llevado a cabo en el Hospital 12 de Octubre de Madrid. En el apartado político (institucional), la protesta ha llegado hasta el parlamento europeo.
En lo que respecta a Cantabria, tras negociaciones y posterior consenso, la delegación de la PAHC en la comunidad consiguió, tras varias reuniones de su vocal Victoria Revuelta (Mariete) con responsables políticos y médicos, que sean atendidos los enfermos más graves, transplantados con hígado nuevamente dañado y todos los cirróticos. Estos enfermos ya están siendo tratados con Sovaldi en el hospital de Valdecilla.
Considerado como insuficiente y en solidaridad con aquellos que no tienen la misma «suerte» (se debería hablar de justicia para todos en lugar de suerte) está prevista una concentración el 10 de enero en el hospital Valdecilla Norte a las 11 de la mañana, coincidiendo con la marcha organizada en Madrid desde el hospital 12 de Octubre al Palacio de la Moncloa.
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