Ni un día sin una medida de apoyo o denuncia de la expropiación de la finca de Amparo Pérez en la Vaguada de Las Llamas para la construcción de un vial que conecte la S-20 con el centro de la ciudad.

Activistas de la PAH muestran su apoyo a Amparo

Así será desde ahora y hasta el 2 de febrero, fecha en el que está previsto su desalojo, y en el que los colectivos y ciudadanos que arropan a esta vecina de Santander de 86 años de edad ya se plantean una acampada en su finca como forma de tratar de impedir el desalojo, tras la autorización judicial y la notificación municipal.

Porque una vez consultados con sus abogados, Amparo y su familia han llegado a la conclusión de que aunque recurrieran el auto judicial –cosa que harán–, no podrían paralizar el desalojo, incluso aunque un juzgado superior les diera la razón después.

La reunión que cada semana tiene la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH) de Santander en el Centro Cívico María Cristina se ha convertido en un monográfico sobre la situación de Amparo, que ha estado asesorada desde el principio por este colectivo, y en el que se ha hecho un llamamiento a la sociedad civil santanderina, a asociaciones, colectivos y ciudadanos a expresar su apoyo a esta anciana.

Al encuentro han acudido, además de los activistas de la PAH, miembros de la plataforma Amparo Se Queda (reconvertida ahora en un Amparo No Estás Solas), es decir, representantes de partidos políticos como  como Equo, Podemos, el PRC, Izquierda Unida o Abora Cantabria, integrada en Compromiso con Cantabria (Conchi Solanas, exdiputada regionalista que asistió a la paralización de las obras), y de colectivos como los organizadores de las Conglomeradas, el ciclo de urbanismo crítico, o la plataforma Salvemos Prado San Roque y el Río de la Pila.

Reunión de la PAH y miembros de la plataforma de apoyo a Amparo

“Nosotros vamos detrás”, decía una de las portavoces de este colectivo, inspirado en la causa de Amparo –que ha servido de catalizador de otras reivindicaciones en la ciudad– que lucha contra las expropiaciones derivadas de los proyectos urbanísticos previstos tras años de deterioro de su barrio, a muy pocos metros de donde se desarrollaba la asamblea, y a continuación repasaban otros posibles barrios de Santander en los que pueden producirse en el futuro expropiaciones a vecinos derivadas de la actividad inmobiliaria.

En lo que coinciden todos es en que la decisión de los pasos que deberán seguirse a partir de ahora la debe tomar Amparo Pérez y su familia.

Marco Santamaría, el nieto de Amparo que canaliza las acciones, estaba presente en el encuentro.

El resto de miembros le mandaba un mensaje de apoyo a cualquier paso que dé, y empezaban a diseñar las primeras acciones, que pasan desde por la entrega de las firmas que han recogido estos meses (más de 4.000) hasta protestas o entrevistas en los medios, haciendo hincapié en el estado de salud de la anciana y en la actitud del alcalde, Íñigo de la Serna, ante el proceso, por la diferencia de trato dada a empresas como Copsesa frente a los propios vecinos de la ciudad, sin descartar otras medidas más contundentes.

La principal será una acampada en la finca, para el 2 de febrero, fecha en la que vence el plazo dado por el Ayuntamiento de Santander para que Amparo abandone su finca, acción concebida como un STOP DESAHUCIOS, es decir, como un intento de frenar la expulsión de la anciana de su vivienda.