Tres cántabros en el nuevo número de la revista surrealista Salamandra
||POR JESÚS ANIEZO||
Tras haber publicado el libro ‘Las mercancías mueren, las cosas despiertan y un libro colectivo de carácter internacional: Crisis de la exterioridad’, el Grupo Surrealista de Madrid acaba de editar un nuevo número de su revista ‘Salamandra. Intervención surrealista’.
La revista puede adquirirse en la librería La Vorágine, ubicada en la calle Cisneros, 15 de Santander.
Además de la inclusión de poesía (algunas de ellas colectivas) y la realización de diversas encuestas, como la “Encuesta sobre la ciudad onírica” realizada a vecinos de diversos barrios como el de Lavapiés, podemos distinguir varias secciones en Salamandra: uno de los bloques profundiza en la importancia de los sueños.
En estos textos se aboga por la puesta en circulación de las potentes fuerzas del sueño, del inconsciente y del deseo, contra todo aquello que quiera miserabilizar nuestra vida cotidiana; en ese reapasionamiento de la vida la imaginación onírica es algo esencial.
Otra sección, la titulada “Laboratorio de lo imaginario”, ofrece, siempre desmarcándose del mundo académico y artístico, una serie de experimentos en torno a la imagen y los objetos; dibujos, collages, objetos construidos o fotografías intervenidas.
Otra de las secciones aborda la experimentación de lo que ellos denominan “materialismo poético”, concepto en el que el grupo ya llevaba trabajando algunos años; quizá ésta sea una de las propuestas esenciales de este nuevo número de Salamandra.
Otra sección, a cargo de Kenneth Cox, destinada a los juegos realizados por multitud de grupos de todo el mundo, da cuenta de la actual actividad surrealista internacional.
Respecto a los colaboradores, además de los miembros del Grupo surrealista de Madrid, encontramos a otros habituales del pensamiento libertario como Miquel Amorós con un interesante texto titulado “La evolución de las conurbaciones” y a otros vinculados al surrealismo como Erik Bohman, Mattias Forshage, Anselm Jappe, Federico Corrientes, Uriel Garrán, Ron Sakolsky, Kenneth Cox y Guy Girard.
Hay que destacar la presencia de tres cántabros: Alba Pascual, que incluye varios poemas, Vicente Gutiérrez Escudero, quien publica además de poemas unos breves ensayos sobre el sueño, y Noé Ortega, que igualmente publica varios de sus poemas y relata unas experiencias llenas de azar objetivo en el barrio santanderino de La Gándara.
Los textos de Salamandra nos invitan al mejor de los autoaprendizajes: el de la experiencia pura y directa de la realidad; impregnarse de lo maravilloso rechazando el fetichismo de la mercancía, el racionalismo positivista y la razón instrumental. Un buen “acompañante” para los tiempos de colapso sistémico en que vivimos.
(Aquí puedes leer el índice y el editorial de la revista, y aquí un texto para hacerte una idea )
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